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"1,2,3"

Dicen que una persona tiene que pasar por un momento de mucho dolor para ver las sombras ¿No?.

Ese ya no era mi caso, aveces las personas debían pasar por un momento de dolor para ponerle un límite a todo, ahí me encontraba yo.

Mi nombre es Cael Grimes pero tu puedes decirme "El ángel caído."

-¿ya tienes todo listo Lydia?-pregunté ladeando la Cabeza un poco ella asintió.

-Mi mamá ya se adelanto, dijo que nos esperaría en la gasolineria de aquí cerca-me dijo, yo sonreí.

-esta bien.. Yo necesito hacer algo antes de que vayamos ¿me acompañas?-pregunté.

-Dije que no te dejaría solo Cael, iré contigo-dijo y tomo mi mano dejando un beso en mi mejilla.

-siempre supe que eras una de las únicas personas que podría confiar...-esta vez fui yo quien beso su mejilla -Vamos Ly- y entonces mire mi alrededor, mi vista fue hacia el bate que tenía ahí. -¿puedo tomar esto?-pregunté antes de salir de su casa.

-Claro, agarralo Cael-me dijo entonces tomé el bate y sonreí levemente Comenzando a caminar sosteniendo bien su mano y la mire.

-Vamos a ver a alguien que me hizo la vida imposible..-levante los hombros, ella pareció entenderlo ya que me miró asustada.

-Cael no pensaras en ir...-mordio su labio.

-¿Qué?... ¿Piensas quedarte?- me reí y entonces pare en seco al mirar aquella casa.

-Cael creo que m-mejor te espero aquí afuera ¿si?-asentí y esta vez fui yo quien se acercó a aquella casa.

-te prometo no tardar Ly-sonreí levemente y entonces toque un par de veces aquella puerta donde tiempo antes estaba llorando hecho pedazos este mismo día en la madrugada.

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Querido Yannick;;

Aquí me tienes una vez más, pero esta vez, tu estas a mi merced.
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Cuando Yannick abrío la puerta le sonreí, el se miraba asustado, yo lo tomé como un cumplido entonces me cruce de brazos
Y pase sin que me diera permiso.

-Una visita como la mía también me dejaría en shock..-sonrei, entonces lo mire bajar la vista al bate que traía conmigo. -Ah... ¿Esto te da miedo?-pregunté comenzando a darle vueltas al bate.

-T-Tu novio... ¿El te a enseñado a hacer eso?- pregunto, nisiquiera se acercaba.

-Aprendí muy bien de mí novio... ¿No crees Yannick?-me acerque a él y acaricie su mejilla -Arrodillate...

Dije golpeando sus piernas haciendo que cayera al suelo.

Oh Yannick, tienes una cuenta larga que pagar.




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Hasta que Pare de Nevar. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora