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"Hazme sentir que estoy respirando, hazme sentir que soy humano"

[tiempo atrás, mucho antes de la visita de Cael A Yannick]

-Cariño~ no podemos hacer esto..- dije soltando un suspiro mientras acariciaba su cabello, el solo gruñó como respuesta.

-Claro que podemos cariño, ¿te importa que seamos enemigos ahora mismo?-me pregunto separandose de mi cuello.

-eso es lo de menos... Me preocupa el ruido...-Me miro incrédulo y soltó una risa.

-¿el ruido? ¿Qué ruido?-pregunto apretando el agarre que tenia en mis caderas haciéndome gemir. -¿ese ruido?, yo quiero que nos escuchen...

Cerre los ojos y entonces comprendi, si mi cometido era no hacer ruido Joe haría todo lo posible por que nos escucharan.

[°°°°]

Abrí los ojos en medio de la noche levantándome de golpe al sentir mi estomago revolverse, mordí mi labio mirando a Joe dormir a mi lado.

Mierda, mierda, mierda.

Estaba despierto.

-¿todo esta bien Cael?-me pregunto, sabía que esa pregunta iba enserió ya que desde que nuestra relación había comenzado jamás me llamaba por mi nombre y el que lo hiciera aveces me daba miedo.

-S-Si...- respondí apenas, el frunció el seño.

-Cael... Se que no estas bien ¿que es lo que te pasa?-pregunto pero nisiquiera alcance a contestar, me levante rápido de la cama y corrí al baño.

Las náuseas me Habían delatado.

Escuche que se levantó de la cama y camino hacia el baño, tocó un par de veces pero no al recibir respuesta de mi parte entro mirando la escena preocupado.

Se acercó a mí y sobo mi espalda, le agradecía tanto en estos momentos, habían dos cosas que odiaba más.

Mentir y vómitar.

Lastimosamente, esa noche había hecho las dos cosas que más odiaba.

Cuando las náuseas pasaron y me calme Joe me alcanzó un trozo de papel para que me limpiara, lo hice y luego de eso me levante con su ayuda, lave mis dientes y lo mire haciendo una mueca.

El había bajado la palanca del escusado.

Al parecer, tan solo haber hecho las dos cosas que más odiaba me habían hecho sentir tan mal que comencé a llorar.

Joe no parecía entender mucho lo que ocurría pero aún así me abrazo volviendo a acariciar mi espalda.

-cálmate cariño... Todo está bien, aquí estoy-susurro en mi oído y me apego más a el.

-J-Joe.. Perdón por haberte metido e-es que yo... Creí que m-me sentiría mejor con los días P-pero...-volví a llorar.

-no pasa nada Cariño... Pero por favor, ya no más secretos ¿si?, necesito cuidar de ti y también saber lo que te ocurre para poder ayudarte corazón así que, házmelo saber ¿esta bien?.

Asenti como respuesta.

Si tan solo supiera lo que de verdad pasaba.

°[ese mismo día, en el desayuno]°

-¿y entonces le dijiste?-Mireya me pregunto mientras ambos terminábamos de hacer el desayuno.

-No... Solo creo que ya lo sospecha y... Me da miedo decirle... No porque vaya a reaccionar mal, solo que ¿y sí no le alegra la noticia?-pregunté mirándola.

-Claro que le alegrará Cael, Es un bebé del chico que más ama, el será el más feliz cuando se entere de tú embarazo...

-¿Embarazo?-una tercera voz apareció, ambos volteamos a ver de quien se trataba.

Carl nos había escuchado.




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Hasta que Pare de Nevar. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora