𝙳𝚒𝚛𝚝𝚢 𝙱𝚘𝚢 🦋 𝚌𝚑𝚊𝚗𝚑𝚘

⌜Capítulo 05⌟

•͟➳ Christopher

—Me siento muy feliz de volver a verte— dijo Félix tan pronto tomó asiento frente a mí y me fue imposible sonreírle abiertamente. Lee Félix es un chico bastante agradable, sociable, lindo y muy tierno que no cualquier persona merece puesto que es prácticamente un ángel.

—También yo— admití sin un poco de vergüenza. Hemos sido amigos desde hace diez años por lo que nos conocemos a la perfección y nos tenemos demasiada confianza; realmente, lo considero como mi hermano menor pues ha estado conmigo en todo momento. —¿Por qué decidiste viajar hasta aquí? — le pregunté después de darle un sorbo al refresco.

Félix sonrió antes de decir—: Deseaba unas vacaciones.

—Siempre estás de vacaciones— me reí.

—Lo sé. Por cierto, ¿cómo te va en tu nuevo trabajo?

—Mentiría sí dijera que todo va de maravilla— respondí —Hay una persona en especial que me hace perder los estribos. Y lo más extraño es que siempre me hace mostrar un lado que no creía tener— confesé.

—¿Será esa persona, tu ser amado? — preguntó con tono burlón.

—No lo creo. Él es bastante peculiar... Es como un grano en el culo.

Félix soltó una estruendosa carcajada que me contagió por completo.

—No cabe duda de que pronto lo verás con otros ojos— dijo el pelirrojo con tono serio.

—No digas tonterías— le pedí —Nunca tendría una relación con ese chico. ¡Es un completo dolor en las bolas!

—Voy a fingir que te creo— dijo antes de darle un sorbo a su bebida.

—Lixie...

—¿Mhm? — el antes mencionado dirigió su mirada hacía a mí y cuando estaba a punto de hablar, mi celular comenzó a vibrar por lo que no dudé en sacarlo del bolsillo delantero de mi saco y no pude evitar sorprenderme al leer el nombre del contacto.

—¿Hola...?

—Disculpe, hablo de Back Door— dijo un hombre al otro lado de la línea —Solo le llamo para pedirle que venga por su chico. Al parecer, ha quedado en coma después de ingerir tanto alcohol— me informó.

¿Cómo es que decidieron llamarme a mí? Evidentemente, ese chico no tiene ni la menor idea de que Lee Minho y yo, somos enemigos hasta la muerte. Es muy obvio el hecho de que él nunca me habría llamado a mi para pedirme ayuda y me gustaría enviarlo directamente a la mierda, pero no puedo hacerlo porque no soy tan cruel.

—¿Podría pasarme la dirección por mensaje?

—Sí, claro.

—Perfecto. En quince minutos pasaré por él— dije antes de finalizar la llamada.

—¿Sucedió algo? — me preguntó Félix con evidente curiosidad.

—Nada importante— respondí mientras me ponía de pie.

—Entonces, ¿por qué te vas con tanta prisa?

—Hablamos después, Lixie— le pedí.

—Entendido, Chris. ¡Nos vemos después, amigo mío!

Después de despedirme del pelirrojo, caminé directamente a mi auto y tras subirme, me mentalicé durante unos minutos antes de encender el auto para conducir directamente hacia la dirección que me ha sido enviada por el chico que desea sacar de su bar lo más pronto posible al inconsciente de Lee Minho.

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Tan pronto entré al lugar, el chico se acercó a pasos rápidos hacia a mí y dijo—: Me alegra que haya venido por su novio.

—¿Mi novio?

—Sí— respondió —El chico que esta allá— señaló el otro lado del lugar y me fue inevitable bufar al encontrarme con Lee Minho recostado sobre una mesa mientras duerme profundamente como sí no le importara nada más que velar por su sueño.

Estaba a punto de caminar hacia Lee, sin embargo, el chico dijo—: Señor, no podrá irse hasta que pague la cuenta de su novio.

—Primero que nada, ¿quién dijo que él es mi novio? — le pregunté tras arrugar la nariz para dejar muy claro mi desaprobación.

—Pensé que eran novios porque el chico no dejaba de murmurar su nombre por lo que busqué su número en sus contactos y lo llamé— explicó —Lamento el malentendido...

¿Qué estupidez acabo de escuchar? Eso no es nada más que una broma de mal gusto.

—¿Cuánto le debe el idiota de mi novio? — le pregunté mientras sacaba mi cartera.

—Doscientos dólares.

—¿Doscientos dólares? ¿Pues que mierda rompió?

El chico se encogió de hombros antes de responder—: Estoy cobrando por mi servicio de niñero.

—Como sea— murmuré mientras le pagaba y después, emprendí mi camino hacia Lee Minho. —¡Despierta, Lee! — grité y el chico dio un respingo.

—Vete al demonio, Bang— murmuró sin abrir los ojos.

—Soy tu héroe, así que, deberías tratarme con respeto.

—Respeto más a mis bolas que a ti, ¿sabes?

—Levántate— le pedí tras ignorar deliberadamente lo que ha dicho.

—No— dijo mientras hacía un puchero que increíblemente, me pareció jodidamente tierno pues Lee tiene las mejillas sonrojadas al igual que la punta de su nariz; su cabello está completamente desordenado y viste de una manera tan casual que le hace ver más joven de lo que es.

"¿Qué mierda estoy pensando?", no pude evitar preguntarme tras darme una bofetada mental en un intento de alejar esos absurdos pensamientos.