Capítulo 15

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Como el segundo receso no duraba demasiado se quedaron todos en el salón, jugando videojuegos online. Renjun trenzaba el cabello de Jeno con suavidad, distrayéndolo bastante de la partida.

—¡Gané! —gritó Jaemin desde su lugar. Los demás lanzaron sus celulares a la mesa, cansados de que el peli rosa les ganara. Jeno no estaba demasiado pendiente con las manos del pelinegro en su cabello.

—¿Utilizas algo para el cabello? —le preguntó de repente, acariciándolo con suavidad—. Es bastante suave.

—Nada, solo shampoo.

—Que envidia. Yo tuve que cortarlo porque mi pelo estaba pidiendo auxilio.

—Extraño tu era de servicio militar —dijo Yangyang tratando de alcanzar el cabello largo de su amigo. Jaemin golpeó la mano de su amigo.

—Lo siento, tenías algo ahí.

Renjun sonrió divertido volviendo su atención a Jeno. —¿Desde cuándo te tiñes rubio, Nono?

—Desde hace cuatro años.

—¿De verdad? ¿Puedo preguntar por qué?

Jeno se encogió de hombros. —No sé, la primera vez que lo hice me dijeron que se veía bien, así que lo dejé así.

—Esa persona tiene toda la razón —asintió el pelinegro—. Yo quiero intentar algo nuevo, ¿qué crees que se me vería bien?

—El rosa es definitivamente tu color —dijo Yangyang uniéndose a la conversación.

—Yo diría más bien el morado, así tendríamos el mismo color —dijo Haechan.

—Celeste —respondió Taro desde su asiento.

—¿De qué hablan? Renjun se vería bien con un anaranjado —dijo Jaemin apuntando a su amigo.

Jeno lo pensó por un rato. —Creo que el rojo te quedaría bonito, pero te han dado varias opciones.

—¿Rojo? —preguntó el pelinegro—. Puede ser. Nunca lo he intentado.

—También está de moda dos colores —volvió a decir, tratando de imaginarse a Renjun con ese estilo.

—¡No se me había ocurrido! —le dijo Renjun lanzándose a sus brazos.

Jeno pestañeó varias veces mientras los demás, menos Yangyang le sonrieron.

Renjun se alejó de Jeno cuando se dio cuenta de lo que había hecho y arregló su cabello. —Lo siento, me exalté. Como sea, veré lo que me haré. Tal vez vaya hoy después del trabajo.

—Puedo ir contigo —ofreció Haechan—. Te daré mi opinión con las opciones que te hemos dado y tú serás el que de la última palabra.

—Bien —asintió Renjun.

Las clases terminaron con ellos y bajaron hasta el primer piso. —Hoy vine en la moto, así que nos vemos. Se me cuidan.

Renjun se despidió de todos y fue hacia el estacionamiento donde se marchó moviendo su mano.

—¿Quieres ir al cine, Jaemin? —preguntó Yangyang cuando el más bajito se perdió entre los autos.

—Sí.

Taro y Haechan se despidieron de sus amigos y Jeno esperó a Chenle quien le había dicho que estaba haciendo algo en el club.

Mark como no tenía con quien irse, esperó junto a Jeno para que los tres fueran hacia la parada de autobuses.

—Oye me alegro de que te guste mi polluelo. Por favor no lo hagas sufrir.

Jeno lo miró y asintió. —De hecho, no tenía pensado confesarme, Mark.

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