Capítulo 10

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El día comenzó muy agitado...

— ¡Ouch! —jadeé mientras era estampada en el muro de un edificio—

En medio de la ciudad un demonio atacó en pleno día, esto no era nada común debido a que en su mayoría eran nocturnos...

¿Cómo apareció?

Ni puta idea...

— Ojalá me pagaran por hacer este trabajo. —bufé sacudiendo la cabeza por el polvo que tenía—

Cómo pude me levanté del suelo sacudiendo el escombro en mi ropa mientras las personas huían despavoridas por la ciudad.

— Esto se está saliendo de control. —gruñó —

Me lancé hacia él y corté uno de sus brazos pues tenía cuatro de ellos.

Algunos autos chocaban, otros derrapabanny se atravesaban en el camino obstruyendo mi pasó mientras el demonio subía por el edificio más alto.

— Eso sí que no, no me aplicarás la de King Kong.

De salto en salto llegué hasta la cima donde él también estaba. La policía ya había llegado y estaba ayudando a evacuar la zona.

— La coraza que cubre su cabeza me hará más difícil el trabajo, debo cortar todas sus extremidades primero...

[••••]

Michael: Carajo ¿que es eso?. —entrecerró los ojos mirando para arriba en un vago intento de apreciar la escena—

Henry: Rápido Michael, después miras a tu heroína favorita, tenemos que sacar a toda esta gente aquí. —alegó mientras hacía señas a los ciudadanos por dónde ir—

Michael: ¿heroína?... Si como no, seguro ella misma trajo esa cosa. —se acercó a la patrulla y tomó el megáfono del asiento trasero— TODOS POR FAVOR VAYAN AL OESTE, ES ZONA LIBRE DE MONSTRUOS... REPITO, ZONA LIBRE DE MONSTRUOS AL OESTE.

Henry lo miró arqueando una cena con desaprobación... Sin embargo, pese a que lo del megáfono fuera una acción de vago, estaba teniendo buen resultado y las personas comenzaron a dirigirse al oeste.

De nuevo intercambiaron miradas Y Mike solo sonrió levantando los hombros con mucha tranquilidad.

Michael: hay que innovarse, viejo... Innovarse. —vociferó con orgullo—

A su vez, la criatura gruñó mientras destruía el edificio que escalaba, yo intenté acercarme pero él trató de golpearme con cada uno de sus brazos.

Esquivé unos cuantos golpes pero cada vez me alejaba más del objetivo y además debía cuidar mi equilibrio para no caer de un décimo piso.

A los minutos llegaron un par de helicópteros que comenzaron a bombardearlo, mientras él se distraía yo tenía que aprovechar y atacarlo por la espalda.

— ¡Eres mío!

Salté hacia él con toda la intención de clavarle la katana en la nuca pero olvidé su cola.

...

De un sólo golpe me lanzó por los aires hacia otros edificios atravesandolos muro por muro.

¡AGH!

¡TSSK!

¡UGH!

Es que realmente duele...

El último muro que atravesé era un departamento después de haber atravesado dos edificios atrás.

Kitsune Raiden VOLUMEN 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora