Mi lado más oscuro

MI LADO MÁS OSCURO

"¡Te veré al otro lado Nico"!

Las últimas palabras de Percy antes de caer al Tártaro me latían en la cabeza.

Iba a cumplirlo aunque me costase la vida.

Aún me costaba comer algo que no fuesen las semillas de granada, el fruto del Inframundo.

Los demás se reían de algo relacionado con Frank y una carpa de colores, yo no podía si quiera sonreír; estaba a punto de levantarme de la mesa cuando un trueno resonó en el cielo.

-Yo no he sido-se defendió Jason.

-no querido, ha sido mi preciosidad-dijo alguien detrás nuestra.

Todos nos dimos la vuelta y vimos a una joven de unos 23 años acariciando su moto y con una mueca divertida en su boca.

Fui el primero en reaccionar.

-Némesis...-"genial...nuestra querida diosa de la venganza" pensé.

-Nico Di Angelo. Veo que me has reconocido...

-¿Qué quieres?- dijo Jason.

-Un hijo de Zeus...querido, tienes muchos secretos y odio dentro, deseas hacer pagar a todos los que los protagonizan.

-Soy un hijo de Júpiter y tú no sabes nada de mí-dijo Jason de manera desafiante.

-¡Oh querido! Se todo acerca de cada uno de vosotros.

-Vete-gruñí-no eres bienvenida aquí.

-Esto...Nico...es una diosa-susurró Leo.

Némesis comenzó a reírse de una forma algo desquiciada para mi gusto y no pude contener otro gruñido.

-Hijo de Hades...llevas mucho odio y dolor dentro de ti. Quieres venganza por encima de todo. Hay un secreto muy poderoso en ti que desea ser contado. ¿Por qué no se lo cuentas a tus amigos? ¿Acaso prefieres que lo haga yo?

-¡CÁLLATE!- esas palabras consiguieron desatar toda mi furia.

El ambiente se enfrió de repente, el Argo II apenas se balanceaba, surgieron marineros muertos en la cubierta, ondas de dolor, angustia e ira salieron de mí reflejando mi viaje en el Tártaro, la captura de los gigantes, mi encierro en la vasija sobreviviendo a base de semillas de granada, la soledad experimentada en ambos campamentos, la impotencia que sentí cuando Cupido me obligó a confesar mi amor por Percy en frente de Jason...

-No tienes derecho a venir aquí y joder más nuestra vida. Los dioses sois unos cobardes, os escondéis detrás de los semidioses para salvaros el culo.

-Mortal, soy una Diosa. Puedo matarte.

Mi ira creció aun más, el frío aumentó co0ngelando el barco, sin poder contenerlo dejé escapar el dolor que sentí cuando perdía a Bianca y la fatiga que se apoderaba de mí tras un viaje sombra.

-Soy un Hijo de Hades y Príncipe del Inframundo, yo decido cuándo y cómo moriré. Te lo digo una vez más ¡LÁRGATE!

En ese grito transmití todo mi poder, desperté los miedos más profundos de cada persona del barco dejando fluir el dolor de La Muerte sumado a mis sentimientos.

Némesis me miró con una cara indescifrable y se desvaneció.

De repente me sentí muy cansado, todo había vuelto a la normalidad, con las piernas temblando me di la vuelta y miré a mis amigos esperando ver el desprecio en sus ojos.

Todo lo que ví fue el miedo en sus caras. No me hizo falta nada más para confirmar lo que ya sabía.

Hazel dio un pequeño paso hacia mí.

-No. Dejadme solo.

Me dí la vuelta para irme a cualquier otro lugar pero apenas pude caminar tres pasos cuando la oscuridad se apoderó de mí y me desmayé.

De lo último que fui consciente fueron las manos de Hazel sujetando mi rostro y una voz que se parecía a la de Pipper.