Vacaciones en Miami. Parte II. (Recuerdos Adolescentes)
********Noah********
─ Me encanta este pareo, me parece más hermoso y colorido que este, ─ mencionó Gianna, mostrándome las dos telas coloridas.
─ Lástima que no tengo más dinero para comprarlas, se sintió infeliz moviendo sus pestañas y haciendo un lindo puchero, dobló una de las telas como un gran pañuelo y lo acomodó alrededor de sus caderas cubriendo parte de su hermoso traje de baño y haciendo un nudo del otro costado de su cadera.
─ Se te ve muy bonito, ─ le dijo Adrián, observándola indeciso.
─ Es Gianna, no Ivanna. ─ Le aclaré para que se desapareciera, el muy tonto siempre las está confundiendo, no entiendo como puede equivocarse tanto.
─ ¿Por qué no se fija en la indicada para él? ─ Me pregunté con un poco de disgusto, era menor que los chicos, pero mucho más alto y fornido que ellos, había heredado la contextura de mi padre, era el más joven del grupo y del salón, siempre me destaqué en todos los sentidos y con eso gané el respeto de todos, vivía enamorado de la hermosa gemela que esperaba que en algún momento no le importara nuestras diferencias de edades, ella era la única que me recordaba que era unos años menor a ella, exactamente tres años menor. Había trabajado un poco para ahorrar e invitarla a salir. Mis padres de regalo por mis calificaciones me daban las vacaciones que pidiese siempre y cuando no se pasaran del presupuesto estipulado para ello, saqué un billete del bolsillo de la bermuda y cancelé al vendedor el hermoso pareo que lucía la chica que deseaba fuera mi novia.
─ Sé que es Gianna y sigo pensando que se le ve hermoso, ─ mencionó Adrian, y lo observé mal.
─ Gracias Adrián, ─ sonrió Gianna, besando su mejilla, fruncí mi entrecejo y apreté mi mandíbula con el ligero coqueteo por parte de ambos.
─ Gracias por este regalo, Noah. ─ Se acercó Gianna, besando ligeramente mis labios y allí se me olvido el disgusto por culpa de Adrián.
─ Déjatelo puesto de una vez, te ves hermosa, ─ le dije tomando su mano y entrelazando nuestros dedos.
─ Vamos todos a la piscina, ─ invitó la mujer de mi vida y la cual estaba seguro que pronto será mi novia, nos acercamos al grupo. Adrián, se apareció unos minutos después.
─ Juguemos con la pelota, ─ mencionó Adrián, con la gran pelota playera que había ingresado a la piscina, solté una risilla cuando Maximiliano, gruñó solo con verlo y esto no era coincidencia, pero ninguno de los dos lo deseábamos al lado de las gemelas, porque aunque Maximiliano, no se hubiese dado cuenta, al parecer a Adrián, le gustaban ambas hermanas, quizás era lo idéntica que eran físicamente, pero Gianna, no lo dejaba fácil, siempre tratando de llamar la atención de todos.Ella era demasiado extrovertida, siempre estaba comunicándose con todos, la observaba casi babeando por ella, quien siempre tenía demasiadas atenciones con su cuñado, a veces pensaba que le gustaba Maximiliano, luego me arrepentía de mi absurdo pensamiento ya que él era el novio de su hermana y por lo tanto su cuñado; luego entendía que era su personalidad y considerando que no se cansaba de repetirme que yo le gustaba mucho, pero era menor que ella y eso era lo que no podía tolerar, muchas veces maldije mi edad que era el causante de no poder estar con el amor de mi vida.
Eso no tiene nada que ver Gianna, cuantas parejas no hay así, fue mi respuesta, pero ella sigue insistiendo en lo mismo, aunque no deja de abrazarme y darme picos en los labios y yo, solo deseo más. El día pasó entre juegos, como a las dos de la tarde salimos de la piscina del Venetian, almorzar. Estábamos reposando debajo de los grandes paraguas de sol, bueno yo en realidad babeando mientras observaba a Gianna, con su traje de baño.
─ Vamos un rato para allá, ─ me señaló Gianna, por la zona verde detrás de unas palmeras, sonreí, por el hecho de que la que iba ser mi novia deseaba que estuviésemos un rato alejados de todos. Sin pensarlo dos veces, me levanté rodeando su cintura para que caminásemos entre la gente.
─ ¿Para dónde van? ─ Preguntó Valerie, bajando sus lentes oscuros.
─ En unos minutos volvemos, ─ le respondió la hermosa rubia, yo ni corto ni perezoso solo la seguí buscando un poco de soledad para los dos. Caminamos varios metros.
─ Aquí está bien, ─ le dije señalando un lugar donde quedaríamos poco visibles para los demás, ella se acercó y me dio otro beso rozando mis labios, rodee su cintura.
─ Caminemos otro poco, ─ siseo tomando mi mano para que la siguiera, con una espléndida sonrisa continúe.
─ Ven, ─ le dije ya cansado de buscar un sitio, me acomodé sentándola sobre mis piernas, acaricié su espalda buscando sus labios, pero solo me permitió lo mismo, un ligero beso, unas risillas se escucharon. Ella se levantó apresurada, las voces eran conocidas y pronto me di cuenta de quienes se trataba, caminamos los tres metros que nos separaban de la pareja que prácticamente se estaban devorando con la boca, observé a Ivanna, con un pareo similar al que le había comprado a Gianna, estas hermanas no pueden estar sin vestirse igual, pensé.
─ Y ¿Ustedes que hacen aquí? ─ Preguntó Gianna, observándolos. ─ Maximiliano gruñó, le susurró algo a Ivanna, en el oído y ella solo lo observó con ojos implorantes y yo, me pregunté si Gianna, no me trajo para que la acompañara en su búsqueda, fruncí mi entrecejo y observé a las tres personas.
─ Vamos, busquemos otro lugar nosotros, ─ le dije a la rubia que deseo. Maximiliano, casi me observó suplicante, pero Gianna, era muy difícil de controlar.
─ Vamos nuevamente a la piscina, Ivanna. Creo que Ethan, nos debe estar buscando a ambas y ni hablar de Valerie, ─ mencionó mi casi novia tomando de la mano a su gemela y arrancándola de los brazos de Maximiliano, suspiré. Siempre era lo mismo con Gianna, no sabía si protegía demasiado a su hermana o le gustaba también su cuñado. No, esa idea nuevamente no debe volver, ella me ha dicho que le gusto y sé que pronto será mi novia.
*******Ivanna*******
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MEMORIAS DE MI HERMANA Y YO
RomanceIvanna Kridmman, es una especialista en pediatría, que siente que su vida se encuentra realmente realizada al lado del hombre que le ayudó a superar una traición amorosa. Cuando piensa que es la mujer más feliz del mundo al lado de Jordan McCarth...