𝐂𝐡𝐚 𝐕𝐈 𝐩𝐭𝐞𝐫

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En su niñez, supo la importancia y el gran valor de crecer sin confrontar a quien no debía. Su madre, a pesar de no haber sido afectiva con ninguno de sus hermanos y hermanas, tuvo la responsabilidad de protegerlos, a sabiendas que esto la volvía blanco de la ira de Cronos.

Cuando ya podía relacionarse con su entorno, y estando consciente que estaba encerrado por culpa de su progenitor, Hades empezó a valerse por sí mismo a una edad temprana. Sus hermanas, nacidas de otro compromiso de su madre, pudieron ayudarlo a sobrevivir, no obstante, cuando llegó Adamas en brazos de su madre, tomó una gran responsabilidad.

Debía cuidar a su hermano, no solo de las condiciones precarias y la falta de alimento, sino también del propio Cronos, el cual podía liberar su ira ante cualquier ser vivo, incluyendo a sus propios hijos. Para su fortuna, nunca estuvo solo.

Ya con doce años, y manteniendo una sobrevivencia mínimamente decente, su madre volvió a hacer acto de presencia después de estar varios años ausente. Hades pudo ver lo miserable que ésta se encontraba, tan demacrada y agotada que su belleza se había perdido en su rostro marchito.

Ella no llegó sola.

Hestia tuvo que presentarse como la dama del hogar, ayudando a Rea, la cual apenas podía mantenerse de pie. Adamas siempre se mantuvo tras él, observando a su madre como algo completamente desconocido. Sus hermanas la hospedaron ese día, todo bajo la presencia de Hades.

Rea se mantuvo callada con respecto al bulto que carga en brazos. Permaneció distante, como si dudase de qué hacer con aquella cosa que daba movimientos débiles. Fue entrada la noche que se dignó de mostrarle a todos lo que tanto recelaba.

Un bebé.

Por su tamaño y aspecto -el cual era desnutrido y delicado- se pudo intuir que no tenía más que unos días de vida. Rea no supo explicar por qué el crío estaba tan descuidado, probablemente temerosa de recibir otra paliza de Cronos. Adamas se mostró interesado, casi maravillado del pequeño desde el primer instante que lo vio. Sin embargo, Hades no era tonto; tiene que volver a cargar con otra responsabilidad, la cual, esta vez, se encontraba peor de cuando Adamas era un bebé.

Para sorpresa de todos, su madre confesó que el bebé carecía de nombre, puesto a que Cronos le tuvo rotundamente prohibido nombrar a este hijo. Dijo, también, que no se lamentaba de traer otro mocoso al mundo, declarando que solo deseaba que la profecía que tanto temía Cronos se hiciera realidad de una buena vez. Estaba dispuesta en convertirse en una incubadora si eso hacía que dicha profecía pudiese cumplirse.

A pesar de su edad, Hades no supo describir el desagradable sentimiento que sintió ante las palabras de su madre. "Ella no nos ve como hijos" pensó con amargura, sosteniendo a su nuevo hermanito mientras lo alimentaba con un biberón.

Sintió un gran pesar por sus hermanos que, al igual que él, llegaron al mundo solo por mero capricho. Se sentía tan cansado de todo, que, por primera vez, se alejó de su familia con el crío en brazos. Nadie le detuvo, ni mostraban intenciones de confrontarlos por su súbita decisión.

𝙐𝙣 𝙪𝙡𝙩𝙞𝙢𝙤 𝙧𝙚𝙘𝙪𝙚𝙧𝙙𝙤 ; 𝘗𝘰𝘴𝘦𝘪𝘥𝘰𝘯Donde viven las historias. Descúbrelo ahora