Capítulo 20

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Ánika

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Ánika

El sudor se desliza por mi frente y mando una mano directo allí, veo varios de los cuerpos de los míos en el suelo y mi pecho se comprime un poco.

Aunque la verdad no tuve mucha relación con Cassie no me agrada que haya muerto era una de las mejores, su habilidad con las armas era incríble, fue mi tutora por varios meses aunque no comenzáramos con el pie derecho, salimos se puede decir que victoriosos, fue un golpe sorpresa para ellos.

Sonrío para mis adentros solo de imaginarme el estado de David.

—Mi Doña, muchos dicen que Stuart estaba en Moon —comenta uno de mis hombres.

Scott se remueve inquieto en el lugar y sus puños se cierran. ¿Por qué estaba en Moon?, nadie me informó sobre él.

—¿Por qué nadie me dijo que estaría en Moon?

Todos guardan silencio y con agilidad saco mi móvil para contactar a uno de mis hackers.

—¡Explícame por qué rayos no sabía que estaría Scott en Moon! —exclamo molesta.

—Ya revisé todas las cámaras Doña y según la descripción de tus hombres, por como vestía, lo encontré llegando al club solo 3 minutos antes que ustedes —repone el hacker al otro lado de la línea.

¡No puede ser casualidad!
¡Tengo un jodido topo entre los míos!

—Está bien, gracias —y cuelgo para apretar con fuerza mi móvil y tragar grueso.

¿Tendré que cuidarme las espaldas a partir de ahora?

Miro a mis hombres y les ordeno que se marchen, para sentir luego cómo mi esposo va tras de mí, algo bueno que tiene él es que me conoce a la perfección para saber cuando realmente me molesta algo y cuando no.

Entro al gimnasio personal que tiene la mansión, y él cierra tras de si.

—¿Cómo sabía Stuart?

—Ni puta idea —añado seria pensando.

—¿Qué te dijo el hacker?

—Llegó solo tres minutos antes que mis hombres —confieso y ahora miro sus ojos.

La ropa le queda justa a sus músculos y su chaqueta de cuero lo hace ver muy varonil, una gota de sudor corre por su frente, pues luego de arrazar con los clubes, recogimos casi cinco cuerpos de los nuestros, él ayudo y está mucho más agotado que yo.

—Tenemos un topo entonces —expresa en forma de afirmación casi para él mismo.

—¿Cómo?, nuestro clan ha estado oculto aquí, se hacían las cosas en secreto y nadie sabía hasta que llegué yo —digo esperando que opine al respecto.

Él se queda en silencio.

—Habrá sido cuando se hizo pasar por mí, si vio mis papeles y archivos creo que sí pudo descubrir este lugar —afirma Scott.

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