𝐅𝐢𝐧𝐚𝐥𝐢𝐳𝐚𝐝𝐚 ꒰ChanIn꒱
Jeongin es un omega que alquila una de las habitaciones de su casa, todo por no poder pagar el alquiler. Chan es un joven alfa que se muda a Seúl y su única opción para poder vivir es buscando una habitación que esté en...
En su casa, Jeongin suspiró cansado y caminó por los pasillos fríos tocando con la yema de los dedos las desnudas paredes con nostalgia, después de retirar cada uno de los retratos que allí había, ahora se la pasaba observando la blanca pared con tristeza.
Pero el único recuadro que había en su hogar era uno de su abuela, en la mesa del salón, un marco blanco con una hermosa foto de aquella señora.
Su familia era un asco, por eso mismo no había nada de ellos a la vista de Jeongin.
Empezando porque él no era normal a sus ojos y terminando porque eran unas personas horribles y ambiciosas.
Jeongin es un Omega sencillo, no sigue la típica normativa de ser sumiso o sentirse inferior ante un Alfa. Jamás ha demostrado miedo frente a alguien superior a él.
Si ya de por sí tenía eso como marca principal en su actitud, los tatuajes que adornan su cuerpo lo hacen ver como un Omega repugnante a ojos de todos.
La delicadeza en su cuerpo solo se aprecia cuando está totalmente desnudo, pues en manga corta se ven los pequeños dibujos permanentes. Tiene un cuerpo tallado por los mismos dioses, pero jamás lo ha mostrado libremente para llamar la atención de algún Alfa. Si se entrega a alguien es porque está seguro de lo que hace, de lo contrario, cualquiera que se quiera pasar con él, acabará muy mal.
En sus orejas varios pendientes de diferentes tamaños adornan la zona.
Su cabello grisáceo y a veces multicolor lo hacen ver como un malote según sus vecinos pues nada de colores pasteles o colores chillantes, exceptuando este que después de muchos lavados ya está muy claro para su gusto.
En su casa hay dos habitaciones, una, que es la suya, plasma su personalidad cuando de verdad lo conoces, colores claros sin llegar a ser muy empalagosos, pequeños adornos que guardan muchos significados bonitos y recuerdos inolvidables como aquella figura de SKZOO que está encima de su estantería, que hace referencia a cuando conoció a un buen amigo.
Caminó ahora a la cocina, sacando un vaso de la repisa y sirviendo leche para después ponerla al microondas.
Se apoyó en la encimera de la cocina, jugando con el objeto en sus manos, mordiendo su labio levemente y suspirando una vez más.
—Positivo... —susurró aun estando solo, sonrió con amargura y tiró la prueba a la basura, cogió su vaso de leche y volvió a la habitación. Allí llamó a su mejor amigo y... algunas veces amante, ya comentamos que Jeongin va muy en contra de todo lo que se puede clasificar como normal, pues su mejor amigo le hace dudar sobre sus gustos, siendo un Omega como él.
—Bicho, estoy durmiendo, se supone que tienes guardia hoy, ¿algún chisme interesante o solo llamabas para enojar a Changbin? —preguntó el rubio desde el otro lado de la línea.
—Mmm... resulta que Jaehyun me dejó un regalo —dijo repasando el borde del vaso entre sus piernas.
—Pensé que ese idiota te odiaba, después de lo que te hizo pasar...
—Lo hace —soltó un leve suspiro—. Estoy embarazado...
Y Félix relamió sus labios, caminado hasta el salón de su casa para evitar a su novio.
—Más tarde me paso con Changbin por allí, te amo, Innie...
Jeongin sonrió enternecido, sabía el significado de aquellas palabras y por qué decirlas en este momento.
—Yo también lo hago. Vuelve con Changbin, se pondrá celoso, Lix...
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