I

2K 305 331
                                    

Narra rubius:

Otra aburrida mañana siendo un Dios, la verdad, no me quejaré demasiado, la gente suele rezarme y hacer eso extraños rituales de humanos, creyendo que los recompensaré a pesar de sus malas acciones, los humanos son patéticos.

Hoy sería la reunión para decidir a los nuevos "afortunados" de los dioses, era como jugar al ajedrez, a excepción de que cada uno de nosotros tenía un mortal cómo pieza.

Como siempre, yo tenia las misiones más difíciles, debido a que era uno de los Dioses más poderosos. A excepción de mis compañeros, yo controlaba el bien y el mal.

Esto podrá parecer un poco confuso, pero lo explicaré a más detalle, existen 3 tipos de Dioses, los del bien, son los encargados de recompensar a las almas puras, a aquellos con nulos pecados, cómo los niños pequeños, ellos los protegen como si de sus guardianes se tratasen, y los del mal... aquellos que castigan a los pecadores, toda alma oscura que sólo guarda rencor y maldad. Y yo, soy ambos, soy el punto medio entre la bondad y la maldad, castigo y premio a aquellas almas que se encuentran en el limbo, mi trabajo es darles su merecido dependiendo de sus decisiones.

Me arregle un poco y finalmente abrí la puerta, entrando a la sala donde se encontraban el resto de Dioses cómo yo, y nuestros "jefes", seres incluso más poderosos que nosotros, ellos no tenían solo el control de la tierra, si no de todo el universo.

Me senté en mi banca sin decir una sola palabra, a diferencia de la tierra, nosotros nunca tuvimos la costumbre de saludar, nisiquiera nos dirigíamos la palabra con alguien de un rango más alto frente a nosotros, a menos de que se nos concediera un permiso.

Después de unos minutos esperando, escuche un chasquido, y junto a el, aparecieron cartas frente a nosotros, estas mismas incluían las personas de las que nos encargariamos ese año.

Dos golpes se escucharon en la mesa, indicando que podíamos abrir el sobre, y entre calmas lo abrí, estaba seguro de poder manejar a cualquier humano.

Empecé a leerlo en mi mente; "Samuel de Luque, 23 años, estudiante de derecho. Actualmente vive en Andorra, suerte en su misión, y recuerde la única regla, no establezca lazos con esa persona."

Hijo De Los Dioses //Spreen + Rubegetta. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora