Capítulo 4

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El agua estaba fría, Pete disfrutó de las últimas gotas que caían en su rostro. Soltó un profundo suspiro, su mente le había concedido bandera blanca por esos minutos. Pudo tener una ducha en completo silencio, un verdadero alivio para su insistente manía de sobrepensar. Más si los comentarios de Porsche y Arm aún resonaban en su cabeza, el recuerdo de esas miradas inseguras y su contradictoria determinación por hacerle creer que Khun Vegas tenía un interés sobre él le inquietaba. Su lado racional tildaba de absurdo esas advertencias, sus amigos confundía el habitual coqueteo del alfa dominante. Sin embargo, su omega interior difería y saltaba ilusionado de imaginarse atractivo para el primogénito de Khun Kan. 

"Omega tonto, ¿qué podría llamarle la atención de nosotros? Si solo somos otro guardaespaldas al servicio de la primera familia, el ser dominantes no nos hace especiales". "No somos como Porsche", Pete se lo recriminó a su omega interior para que aterrizara de esos deseos tan tontos. No eran propios, no estaban al mismo nivel. Khun Vegas iba a ser el futuro jefe de la segunda familia y él seguramente seguiría a merced de su indirecto rival, aquello le hizo reír. Se había dejado llevar por la estupidez de sus amigos, negó con la cabeza sintiéndose más tranquilo.

No iba a malinterpretar las recientes atenciones del alfa, tampoco portarse como un chiquillo ingenuo acostumbrado a hacerse mundo tras mundo -menos, por las insinuaciones de Porsche. Su amigo no era el indicado para advertirle, no cuando aún se empeñaba en jurar que Khun Vegas solo buscaba su amistad. De ser así, Khun Kinn no los habría arrastrado en este juego.

Pete salió del baño, vestido con una camisa y unos jeans negros que consiguió comprar en el mercado que la segunda familia usaba como entrada principal. Porsche y Arm estaban en su habitación, el segundo bajó la cabeza de inmediato. El beta se sentía intimidado, Pete frunció el ceño. Supuso que una ducha bastaría para desaparecer el aroma de Khun Vegas en él, pero se equivocó. La reacción de alfas y betas que se le acercaban era la misma, sometidos por el reclamo del heredero de Khun Kan.

—Tengo que retirarme, lo siento. —Avisó Arm, el beta corrió sin esperar respuesta. Pete resopló, dejó de secar sus cabellos con la toalla para sentarse en la orilla de su cama. Fue ahí que se percató de una camisa a cuadros, una camisa que claramente no le pertenecía a ninguno de los guardaespaldas de la primera familia. 

El omega dominante dirigió su mirada hacia su amigo, Porsche se limitó a levantarse y alcanzarle una pequeña nota: "Wear it, good boy!". Pete reconoció de inmediato al dueño de la nota, negó tímido y se giró hacia la camisa. Sus manos curiosas la tomaron, disfrutó de la suavidad de la tela y del aroma a sándalo impregnado en ella. "¿Acaso esta camisa le pertenecía a Khun Vegas?".

De solo pensarlo, las mejillas de Pete se tornaron rojizas. 

Porsche palmeó el hombro del omega dominante. — ¿La usarás?

—Debo, es una orden de Khun Vegas. —Porsche ladeó la cabeza, para nada convencido por las palabras de Pete. Pero no tenía intenciones de contradecirlo, dejó que su amigo se cambiara. La camisa de cuadros y negros favorecía al omega dominante, que Porsche animado le extendió un collar y aretes.

Pete miró dudoso a las joyas que el omega recesivo sostenía, "¿no sería demasiado?".

—Seguramente, busca que luzcas bien. —A pesar de que Pete no dejó de vacilar, terminó tomando el collar y los aretes. Se los puso y removió una vez sus cabellos. Estaba listo, se encargó de esconder el arma detrás de su espalda y el celular que Khun Kinn le asignó.

Esta noche no tendría que pasar en vela, viendo por su amigo o dándole reportes al heredero de la primera familia.

Esta noche le pertenecía a Khun Vegas.

Choose us, Pete! [VEGASPETE]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora