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Nos sentamos en la parte vacía, en medio de Enzo y Constantino, Cristiano saco su celular y empezamos a ver videos chistosos, comenzamos a reírnos, Enzo y Constantino se nos unieron, había videos de personas, bailando haciendo cosas chistosas o representando papeles de películas, también había animalitos tiernos y bebes.


—Hagamos una foto, una foto —Pidió Enzo, saco su celular y posamos, nos tomamos varias fotos —Si salieron bien

—Sí, salieron bien —Indico Constantino

—¿Se conocen de hace mucho?

—Desde que éramos niños —Hablo Cristiano —Con Rouses, a Constantino lo conocí cuando estuve por Hawái y estoy tratando recién a Enzo, pero es chévere

—Tu también hermano

—¿Y ustedes?

—Alessio y yo nos conocimos por Cronos

—Bueno, ellos son mis primos y nunca oí de ti —Ella sonrió —No me suena tu nombre

—El tuyo tampoco me suena mucho

—Tal vez te suene, si te digo los cuatro arcángeles —Hablo él

—A ustedes eran los niños prodigio, qué pena lo que les paso, ¿no?, la muerte de uno de sus miembros a manos de otro, creo que ahora me suena

—¿Has estado antes en Estambul? —Miré a Constantino —Los pueblos aledaños

—Sí, un par de veces, pero no para poder hacer turismo, trabajo, ¿eres de ahí no?

—Sí, mis padres eran de ahí, de lo que sé, crecí con mi abuela

—¿Ella te enseño a cocinar esas delicias de la otra vez?

—Así es, si quieres te puedo enseñar

—¿Sí? —Asintió —Sería fantástico, nunca había probado un postre así

—Hay muchas variedades, pero ese es mi favorito —Me arrimé a Cristiano

—¿Tienes frío? Puedo darte mi chompa

—No estoy bien, no te preocupes —Sonreí —Pero dime más Constantino, la última vez que hablamos no fue bueno, termine amarada y secuestrada

—No lo olvido, pero según recuerdo fue una conversación muy interesante

—Lo fue

—¿Eres de Turquía?

—Nuestras madres son de ahí —Intervino Thomas —Sabemos muy poco de nuestras raíces turcas —Dijo él —Mamá se crio aquí

—Mi abuela y yo migramos aquí, cuando tenía doce, no fue fácil, pero pude adaptarme

—Podríamos saltar por la cornisa —Hablo Cristiano en mi oído

—¿Podemos?

—Ya no, antes si —Lo mire

—Dicen que cantas Rouses y que tu voz es como de los mismos ángeles

—¿Eso dicen?

—Eso me comento Alessio la última vez que lo vimos

—Es un mentiroso, no deberías creerle

—No es verdad

—Pero en eso no miente —Mire a Nicolás —Canta bien ¿Por qué no cantas un poco?

—No creo que se pueda no hay un instrumento, ni acompañaste

—Adentro hay una guitarra, haré que la traigan —Indico ella

PassioneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora