Capítulo #11

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Nota #1: Diganme que les parece estas dos portadas y cual debería poner.... Estoy hecha un lío.

Nota #2: Tengo el trailer, finalmente. Pero no sé que le sucede que no se puede ver. Nadie lo puede ver. Intentaré arreglar este asunto.

Nota #3: A partir del viernes estaré de viaje pero seguiré actualizando normalmente. Excepto que sin fecha fija, por eso estoy actualizando hoy. Si no actualizo durante un tiempo no se asusten o desesperen.

Nota #4: Voten y comenten, por favor. Quiero que esta novela sea vista por muchos, es mi mayor deseo pero solo el tiempo lo dirá. Besos y abrazos.

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Chocolates y oh Dios mío.

Sentí como mi rostro comenzaba a calentarse y opté por abrir los ojos. Primero, con un leve parpadeo para aclarar la vista. Luego, con uno más fuerte y así poder observar todo a mi alrededor.

Me encontraba en una habitación que no era la que habíamos escogido Amanda y yo. Esta era parecida pero no la misma. Estaba decorada a un estilo marinero. El mobiliario de madera oscura. Las cortinas y las paredes blanca.

En cambio en la que se suponía que debía estar ahora, durmiendo con mi mejor amiga, era distinta. Si más no recuerdo las paredes estaban pintadas de un azul claro. La habitación estaba decorada con peces y las cortinas eran cremas. El mobiliario seguía siendo de madera oscura.

Pero... solo había una única conclusión; Esta no es mi maldita habitación.

Me alerté. No recordaba absolutamente nada.

¿Donde estoy? ¿De quién es esta maldita habitación? ¿Me raptaron tal vez?

No, no, no y no.

Llevé las manos a mi cabello y este seguía suelto. Miré mi cuerpo, estaba en ropa interior y tan solo estaba cubierta por una remera blanca y apenas me tapaban las sábanas de la cama.

¡La cama!

Y entonces la cama se movió y yo me paralizé. No estaba sola...

Dios mío, mátame ahora.

Miré al lado y vi la fuerte espalda desnuda de un hombre. Tenía un pequeño dragón tatuado en la parte trasera de su hombro. Este tenía las alas abiertas y de su boca salía fuego. Me gustaba, no era un tatuaje común y corriente. Este era algo abstracto y oscuro. Sin ningún color.

De su cintura para abajo estaba cubierto por la misma sábana.

Ambos estábamos cubiertos por la misma sábana.

Dios mío...

Grité fuertemente y tomé la almohada por impulso y se la tiré haciendo que el individuo cayera al suelo de un fuerte golpe.

-¡Carajo!- gritó con voz ronca.

-¡Carajo!- grité yo mientras tomaba la sábana y me cubría completamente.

Él, quien apenas procesaba la idea de que acababa ser tirado al suelo por una almohada, se levantó como un ninja. Rápido y expectante.

Quise morirme al ver su rostro.

Mi peor pesadilla.

Su cabello castaño estaba completamente desordenado y su pecho desnudo subía y bajaba del susto.

Maldito Alex.

Maldita vida.

¿Que mierdas hacia en una cama con el idiota de Alex?

La Vida Es Un Hilo (Pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora