Capitulo 1: Todo se dice

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Miraba por la ventana del auto sin pensar en algo realmente.

— Parece que vengo solo tteba — rompió el incómodo silencio.

— Tampoco me haz preguntado nada ¿Tengo algo raro en la cara o qué? — preguntó el azabache apoyando su mejilla sobre la palma de su mano.

— No lo sé, haz estado raro desde hace rato.

— No estoy raro papá.

— Sabes algo, me gusta que se parezcan a Sasuke, es no sé, tienes bastante de ambos y Hiromi es igual a él.

— Sí, pero a ti no te gusta mamá, por eso se separaron — cortó en seco el halago.

— Ya te había explicado porqué.

— Porque su matrimonio terminó siendo de tres personas ¿O me equivoco?

El rubio no mencionó nada más — Menma sabes que ese asunto es entre tu madre y yo.

— Lo sé, pero no está de más.

— ¿No quieres ver a tus hermanos?

— Tus hijos, solo tengo una hermana — cruzó los brazos — Se supone que los fines de semana es para que nos veas, a ellos los ves todos los días.

— ¿A dónde quieres ir? — trató de llevar la conversación por otro lado.

— Primero hay que pasar por Hiromi — mencionó apoyando la cabeza sobre el vidrio de la ventana — Ella dijo que quería que fuéramos a comer algo.

— De acuerdo ¿Vamos bien de tiempo verdad?

— Ajá.

— Por cierto ¿Cómo está tu madre?

— Bien, trabajando.

— ¿No ha pensado en tener pareja? — quizá no debió preguntar ya que el azabache lo miró molesto.

— Dice que no lo necesita, que no quiere volver a desperdiciar su vida con alguien que no lo vale.

— Eso dolió.

— Si el saco te queda — llegaron a la escuela, Naruto bajó del auto para ir a recoger a su hija.

La chica subió al auto con un poco de alegría — ¿Ya saben a dónde iremos?

— Todavía no ¿Si quieres que vayamos a comer? — preguntó el azabache a su hermana.

— Vayamos a comer ¿Papá nos puedes llevar al parque de diversiones?

— ¿Quieres ir? — preguntó el rubio a su hijo que se mantenía sereno.

— A dónde quiera ir Hiromi, no tengo problema.

Manejó hacia un restaurante de comida rápida, no sabía cómo pasar realmente el tiempo con ellos, aunque eran sus hijos no tenían muy bien formado ese vínculo.

— Subamos a la montaña rusa — mencionó la azabache jalando del brazo de ambos hasta la fila — Yo voy con papá.

Cuando empezó la atracción, Naruto se animó a preguntar a su hija — Hiro ¿Cómo ha estado tu mamá?

Lo miró algo confundida — Pues creo que bien, hace dos semanas el abuelo lo hizo capitán de la policía — dijo de lo más simple.

— ¿En serio? — su hija asintió — Me acuerdo cómo se emocionó cuando pasó la academia.

Hiromi no contestó, no tenía idea de lo que hablaba así que solo se sujetó y achicó de hombros.

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