Capítulo 13: "Dudas"

3 0 0
                                    


Amor mío, si supieras con certeza como me siento por vos, lo mucho que realmente te amo, no pararías ni por un segundo a creer que podría arrepentirme de quererte y es que ni estando enojada o triste se me pasa por la cabeza dejarte, ni todo el oro del mundo puede hacer que dejes de ser tan importante para mí, ni la persona más inteligente puede hacer que deje de pensarte. 

No hay nadie que me haga sentir de esta forma, que muero lentamente y renazco cada vez que me miras a los ojos, me hundo y me ahogo en tu amor, me embriago en tus besos, me pierdo y tus caricias me encuentran. 

Tus "te amo" son más efectivos que cualquier medicina.Y déjame decirte, que estás loca si crees que algún día puede llegar alguien más, porque nadie va a llegar tan lejos como lo hiciste vos, me siento segura cuando sostengo tu mano, cuando me decís que soy linda, a pesar de sentirme un desastre natural, y es que cuando estás cerca, en mi interior provocas lo mismo que la luna en la tierra... 

Y es que ni el destello de un millón de estrellas colisionando es tan hermosos como estar a tu lado. 

"Quisiera ser una lagrima para nacer en tus ojos, vivir en tus mejillas y morir en tus labios".

Desearía poder decirte que sos el amor de mi vida, pero hasta la vida deja de existir en cierto punto. Pero mi amor es sempiterno, y ni estando muerta se puede marchitar, porque sos el amor de mi alma, la mitad de la mía. 

Mi complemento, ni noche, mi tormenta, mi inspiración, mi poesía y aunque la primavera se termine siempre vas a ser mi prímula3.Y es que ni Cronos ni el tiempo me culpen por querer detenerlos cada vez que te tengo frente a mí, porque ninguno de ellos tuvo el placer y la condena de quererte, pero no tenerte. 

Y me imagino que te preguntaras por qué a veces suelto algunas carcajadas cuando me besas, pero no creas que me estoy burlando, solo es otra reacción involuntaria. Me provocas tanta ternura que a este punto no sé gestionarla. Y por más que yo sea una montaña rusa de emociones desequilibradas, yo admiro y valoro tu coraje de quererme. 

Creo que sos muy buena, y yo no soy para nada como vos. Soy vulnerable frente atu ser, sí me pedís fuego todo va a arder, porque no sé amar de otra forma.Sé que represento todos los pecados que nunca creí tener la valentía de cometer, pero quiero que seamos la razón por la cual una monja aprete su rosario al vernos.Y sí soy el diablo, sí quemo como el infierno, quiero hacerte la petición más egoísta que mi corazón puede pedirte: «déjame ser tu último amor».

Aunque algunas veces duela, como dijo Brando: 

«¡Como me duele a veces! Y no es que hagas nada para causarme esta pena. No, no es eso. Es que quererte duele adentro, bien adentro en el lado izquierdo de mi pecho, justo ahí, donde más me faltas». 

Y no, no quiero a nadie más, ni, aunque se parezca a vos, ni, aunque tenga tus ojos, o tus manos.Quiero regalarte mis silencios. Mis tristezas, mis alegrías, mis sueños y mis pesadillas.Me pregunto sí cuando tocas tus labios, extrañas la sensación del último beso y cuando ves tus brazos los sentís vacíos y livianos.Y no te lo niego, sí siento el impulso de acercarme, sentir el calor de tu cuerpo y escuchar tu vos. 

3-11-22 10:16 P.m. 

Cosas que nunca dijeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora