Capítulo 24: "Inolvidable"

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Me niego a creer que mis átomos nunca se juntaron con los tuyo, me niego a creer que cada tacto con tu piel no existió. 

Todavía recuerdo el primer abrazo que me diste, llegaste por mi espalda. Me sorprendí porque no estaba acostumbrada, sabía que las chicas estilaban a ser muy afectivas, pero me resultaba extraño, nuevo. 

Te escuché decirme: «Sos muy alta» y escondiste tu cara en mi espalda. También recuerdo las primeras veces que te recostabas en mi hombro y en las posteriores buscabas mis caricias en tu pelo. 

Me acuerdo aun de la primera vez que me agarraste de las manos. Era invierno y mis manos estaban frías como el hielo. Tratabas de calentarlas y me parecía tierno, a pesar de que fuera en vano y siguieran tan heladas como al principio. 

Ámame honesta y profundamente como el primer día. Podría hacerte vivir un infierno si quisiera, pero no voy a controlar tu fuego.Crees que nada me afecta y eso también me enternece, ¿No consideras la posibilidad de que un pensamiento intrusivo entre como un rayo a mi mente, y que nada realmente me duela?, ojalá así fuera. 

Reflexiono demasiado sobre mis inseguridades, sobre mis temores, que te parecería extraño creer que me he sentido de esa forma.Y es que antes de cometer algún error, modifico aquel rincón de mi mente quetanto me inquieta. Y así brindarte ese lugar seguro, que nunca llegues a sentir las dudas que puedo llegar a sentir yo en algún momento del día. 

Sí conocieras mi mente en crudo, ¿te sorprenderías?, ¿para bien o mal?, ¿serías capaz de comprenderme, de sentirte bajo mi piel?Y quisiera no parar a pensarlo, ya que, si no lo pienso, no lo digo, no existe. 

Por eso la mayoría de esos cambios los hago en silencio. No quiero parecerte borde, que puedo llegar a fastidiarte, o que creas que lo hago con malas intenciones, porque por más cansadoraque pueda llegar a ser la pregunta o el planteo mental, es porque quiero hablarlo. 

Y quisiera que nada me afectara, no pido ser perfecta, porque ya no puedo volver a serlo.A veces mis pensamientos me ganan y cuando quiero darme cuenta estoy pensando algo que de forma aleatoria ronda por mi mente y cuanto más intento no escucharlo, más me acosa. Con solo pensar me destruyo. Y estos actosrepetitivos me persiguen desde aquellos días donde todavía no te daba a conocer cómo me sentía con vos, sobre que cuánto te quería.

Esa vez no podía hacer más que repasar una y otra vezen mi cabeza como iba a confesarme. Déjame decirte que aun que supiera con exactitud que iba a decir, cuando te confronté terminédándote un discurso espontáneo... 

No es como si te ocultara que tan difícil es sobrellevar esas situaciones verídicas como ficticias. Creo que te puede resultar complejo de procesar, por ahora.No sabrás que decirme o cómo consolarme. Y no significa que sea algo malo. 

Necesito poder superar muchas cosas que en silencio me intoxican, y te dije que últimamente muchas cosas que solían mortificarme, ya no me importan, ya no me siento débil ni desprotegida.Recuerdo cuando bromeaba con vos «sobre sí te gustaba», sólo quería molestarte y me respondiste: "Yo te voy a decir cuando me enamoré", tus palabras me hacían reír, era raro y creí que "no tenías remedio".

Sigo recordando que tan lejano se sintió estar con vos, no quería pensarlo, ignoraba completamente esa idea, como si fuese a desaparecer, como sí la solución fuese pretender. 

Y a veces me pregunto, ¿Quién salió ganando, vos o yo?Verte por el rabillo del ojo y fingir que no, como sí supiéramos como se desencadenarían las cosas.¿Te lo imaginaste, al menos una vez?Quizás irónicamente, ya nos conocíamos, quizás viajábamos sin rumbo por cada galaxia hasta encontrarnos. 

Todavía me emociono con solo mirarte a los ojos y es que me pierdo en ellos porque no logro distinguir tu pupila, entonces ellos se sienten como una energía magnética, profundos, eternos, infinitos, preciosos. 

 11-12-22 12:49 P.m. 

Cosas que nunca dijeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora