Después de la muerte de su hermana mayor, Melissa debe asumir la posición de Princesa heredera y adaptarse a su nuevo rol en la Corona, lo cual no será del todo fácil.
Una visita a los jugadores de la selección española cambiaría la burbuja en la q...
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Desperté con ganas de intentar cocinar algo el día de hoy.
La verdad quería demostrarle a Pablo que si sabia cocinar, pero antes tenía que practicar.
Busque un tutorial de un desayuno básico en Youtube: un omelet de jamón con queso y papas francesas.
Al intentar prender la estufa, una llama de fuego salió disparada y me asusté por unos segundos, volví a intentarlo algo temerosa y alejándome lo mas que podía de la estufa, ahora la llama salió normal y me relaje. Ya tenía reunidos todos los ingredientes que necesitaría así que seguí cada paso de las indicaciones.
Carla apareció en la cocina cuando ya tenia mi obra maestra servida.
—¿Tú cocinaste eso? —señala el plato.
Yo asiento orgullosa, mientras ella se sienta en la barra y prueba el omelet que acababa de hacer.
—Oye —levanta su mirada atónita. —¿En serio lo cocinaste tú? —entrecierra sus ojos.
—Que si pesada, entonces si esta rico? —procedo a probarlo también.
Ella se pone de pie y recorre la cocina buscando algo.
—¿Qué haces? —pregunto después de haber masticado.
—Busco la evidencia de que compraste esta comida
Ruedo los ojos y continuo comiendo. Era mi primer omelet y me había salido muy bien. Ni salado ni desabrido, estaba en el punto perfecto y tenía un ligero sabor a mantequilla.
Un Erick recién levantado aparece en la cocina bostezando.
—Hice el desayuno —le ofrezco un plato mientras me observa confuso.
Se sienta y enfoca su visión en el plato por varios segundos apoyando la cabeza en su brazo.
—¿Tú lo cocinaste? —cuestiona levantando la mirada hacia mí.
—Sé que es difícil de creer, pero si, resulta que soy una excelente chef
Él no parece creer lo que digo pero procede a degustarlo.
—Me rindo —habla Carla después de revisar toda la cocina y regresa a su silla.
—Esta delicioso y muy suave —comenta Erick impresionado y yo sonrió ante su comentario alagador.
Cuando terminamos de comer, Erick fue a preparar sus maletas y Carla a casa de Pedri para acompañarlo al entrenamiento. Pablo también me invitó pero no quise ir porque a estas horas hace mucho calor y el sol da directo en las gradas. Llámenme delicada pero odio el sol, además de que los entrenamientos me aburren. Prefiero aburrirme pero cuando el sol ya no molesta.
