📖CIENTO CINCUENTA Y CUATRO📖

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P. O. V. LEVI:

El intento de efecto dramático de Hange me estaba volviendo loco, más de lo que las malas noticias lo estaban haciendo.

-Ya bueno. - se resignó ante mi mirada de enfado. - El líder qué conoce el que se nos escapó se llama Grinberryall...

Aquel nombre... No era posible...

-No es cierto. - negué rotundamente.

-Es verdad, lo comprobamos con el otro sujeto y ambos dijeron que Grinberryall, la gran leyenda, existe y vive en la Ciudad Subterránea.

-Se que existe, Cuatro ojos. Pero no es posible que siga vivo, él no... Él... - intente hacer memoria.

Aquel imbécil era un traidor del cual juraba haberme encargado después de la muerte de la Abuela Arai. No era posible que siguiera vivo y menos que se haya quedado en la Ciudad cuando el repugnaba, tanto como yo, aquel lugar. Además, ¿qué trabaje con la RG? No es posible.

Recordaba con lujo de detalles todo lo sucedido con ese idiota. Recordaba que Kenny lo había acogido antes que a mi, recordaba que trabajaba con lo Arai y que estos últimos lo consideraban ese hermano (hijo o nieto) rebelde qué pasaba más tiempo en la calle que en otro lugar, recordaba que el me había enseñado todo lo que se de combate y que nunca me enseñó Kenny, éramos rivales jurados, pero aún así no recordaba que los Arai, Kenny o yo le diéramos motivos para que nos traicionara. De sólo recordar aquel instante me hervía la sangre de impotencia, aún cuando me había encargado de él. O eso creí.

-Iré a Marley, pediré y cobraré unos favores allá e iniciaré la búsqueda de los niños. - dije con mayor decisión que antes. - Tu te quedaras y trabajarás con Swindle, quiero que investigues al malnacido de Grinberryall, tengo asuntos pendientes con él. Armin vendrá conmigo ya qué su puesto con la reina me ayudara en Marley. Mikasa, Eren y el resto quiero que acorralen a la RG aquí en el país, no quiero a ninguna de esas sabandijas metiendo sus narices en Marley, ¿entendido?

-Fuerte y claro, Levi.

P. O. V. KAI :

Gracias a toda la información que Asher prometio darnos, mi preocupación por tener que hacer frente a Grinberryall se había esfumado, ya no tenía nada que ver con él y aquello era bueno. Por lo que el jueves, solo nos quedo dejar que pasara el día sin nada más que hacer o decir. Lo interesante llego el viernes por la tarde con la esperada reunión con Asher:

-Bien, confío en que alguno de ustedes reviso mi bitácora - comento Asher ya entrando en materia.

-Si, entiendo que la RG frecuenta el almacén al menos una vez cada 2 semanas, lo que significa que esta semana siguiente no andarán cerca. - respondió Kikyō revisando sus propias notas de la bitácora.

-Exacto, ahora bien, nuestro informante nos ha dicho esta mañana que de nuevo los van a movilizar en la superficie. - añadió Asher tomando su libreta y buscando alguna hoja en blanco para poder garabatear lo que explicaba. Cuando la encontró, prosiguió: - Los van a rotar, pues al parecer por ordenes de la Reina no pueden abandonar el edificio por demasiado tiempo, pero ya que se están programando rutinas es mejor para nosotros, pues así sabremos con antelación qué días no estarán ni los de seguridad seguridad, ni los de la RG.

-¿Y eso será? - pregunte impaciente.

-El Viernes próximo. - respondió el chico. - Lo cual es perfecto, tengo que planear una coartada en caso de alguien nos vea. Sin mencionar que a la zona en la que quieren entrar tiene algunos mecanismos de seguridad de los que hay que encargarnos antes de entrar.

-En ese caso... ¿Una semana será suficiente para coordinar todo eso? - pregunto Carla.

-Si, no es tan complicado, además tengo a un compañero que nos ayudará. Solo necesito que Kai venga a hablar con él.

-¿Yo? ¿Por qué? - pregunte confundido.

-Si, digamos que él le debe mucho a tu familia y quisiera conocerte para agradecerte.

-Ya te dije que yo no...

-Kai ira a verlo. - me interrumpió Kikyō con una orden indirecta. - Si es la única condición, la cumplirá, el punto es entrar al edificio lo antes posible, ¿cierto?

Chasquee la lengua. Tenía un buen punto, aunque ser la moneda de cambio no me agradaba demasiado.

-Bien, entonces la reunión será mañana...

-¿Tan pronto? - pregunto Carla. - Acabas de decir que tenemos una semana.

-Si, pero el domingo en la reunión con la RG, la persona que quiere ver a Kai podría serme de ayuda ese día. Además, después de eso, esa persona ira a la superficie a tomar el lugar de otro hombre. Logística de la RG más que nada.

-Bien, hagamoslo. Acabemos con esto de una vez por todas. - me queje.

Y con ello, los primeros detalles de nuestro verdadero plan de infiltración quedaban acordados. Asher se marchó al poco rato amenazando con venir al día siguiente a buscar para aquella reunión, de la cual tenía la sospecha que él ya la tenia contemplada incluso antes de venir a hablar con nosotros.

Como sea, lo siguiente en la lista de hechos destacables fue dicha reunión, qué después de una rutinaria mala noche, me pareció un infierno total...

Era sábado a primera hora cunado Asher ya estaba en casa esperando que me dignara en salir, lo que al final hice de mala gana. Me hizo seguirlo por gran parte de la ciudad hasta que llegamos a una casa no muy diferente a la de Levi, en la cual nos recibieron dos personas: un hombre con una mirada penetrante y... ¿La mujer del mercado?

-Reginald, Mamá, les pregunto a Kai Ackerman. - me presento Asher. - Kai, el es Reginald, uno de los sublíderes de la RG y ella es mi madre Lillian...

-Sabía que eras hijo de él... - me saludo la mujer que recordaba bien, aunque ahora se veía distinta, más enferma, más cerca de su lecho de muerte. - Ese rostro y esa mirada llena de compasión y amabilidad, no podían ser de alguien más...

-Me alegra volver a verla, señora. - sonreí con calidez. - Y un placer conocerlo, señor Reginald.

-Porque no pasas y charlamos un poco... - me pidió Lillian.

Mire a Asher, más con pena que con recelo por este encuentro. Pudo haberme dicho que aquella mujer era su madre. La mujer me pudo decir que Asher era su hijo. Saberlo me habría obligado a no hacer promesas tan a la ligera, pues ahora le había prometido a Lillian qué liberaría a su hijo de la RG y a Asher le había prometido que los sacaría sanos y salvos de aquí... ¿Cómo podría cumplir mi palabra con aquellos objetivos tan irreales?

Levi's diaryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora