🐉VERMITHOR🐉

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{Vermithor}

La reina Aemma estaba cansada de aquella situación. Durante años solo la habían encerrado en aquel lugar para dar a luz a los hijos del rey. Le había comentado a su esposo que el bebé que llevaba en su interior sería el último. Ya había sufrido mucho por la cama de parto y esperaba acabar con su sufrimiento pronto. Su hija Rhaenyra era la alegría de su vida y esperaba que su esposo le diera el permiso para vivir en Dragonstone junto a sus pequeños niños.

Respiro profundo al escuchar las negativas del maestre. Sabía que algo malo estaba pasando y se negaba a perder a aquel bebé y que tuviera que volver a estar en cinta. Amaba a su esposo, pero estaba harta de su insistencia en que le diera un heredero.

—Deberá tomar una decisión—escucho a lo lejos los murmullos—Sacrificar a uno de ellos o perderlos a ambos.

Sacudió la cabeza. ¿A quien le decía aquello? Tal vez lo que escuchaba era por toda la leche de Amapola que le habían dado.

—Maestre Mellos—una de las parteras se acerco a él—Creo que debería ver esto.

El maestre frunció el ceño y se acerco a la reina. Sonrío al ver que ya estaba lista para dar a luz. Se acerco al rey y negó.

—Olvide lo que dije—suspiro—El niño esta en posición.

El rey Viserys asintió y salió de la habitación para volver al torneo que se celebraba en honor a su heredero. La reina abrió sus ojos cuando vio que todas las personas se encontraban a su alrededor.

—¿Qué sucede?—indagó apenas con un hilo de voz—¿El bebé está bien?

—Así es—la partera tomo su mano—Comenzará a pujar cuando yo se lo diga. ¿De acuerdo su majestad?

—De acuerdo—asintió.

Dejo que la acomodaran mientras miraban a todo lados con incertidumbre. Tenía un mal presentimiento de lo que pasaría y no le gustaba nada aquella sensación.

—¡Puje!—pidió una de las mujeres y la reina asintió.

Tomo la mano de una de sus doncellas y pujo con todas sus fuerzas. Aquello dolía tanto que sentía que la abrían a la mitad.

—¡Una vez más!—pidió y la reina se quejo dejando todas sus fuerzas en aquella acción.

Sus gritos podían oírse a lo lejos a pesar de los vítores y ovaciones del torneo. Usaba todas sus fuerzas para pujar.

—¡Un poco más!—pidió—Ya tengo la cabeza.

La reina asintió pujando nuevamente. Sólo esperaba el momento de tener a su pequeño entre sus brazos. Era lo único que la reconfortaba del dolor agonizante que la atravesaba.

—No puedo más...

—Una vez más—pidió su doncella apretando su mano.

Sus gritos retumbaron por la Fortaleza aturdiendo a las personas. Respiro profundo cuando sintió que su cuerpo expulsaba algo. Sollozo de la felicidad cuando escucho el llanto desenfrenado.

—¿Puedo sostenerlo?—susurro antes de que el maestre se lo diera a la partera.

Mellos la dejo sobre sus brazos con delicadeza y la reina sonrío apreciando a su hijo recién nacido.

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⏰ Última actualización: Sep 30 ⏰

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Fuego en la sangre. ( Jacaerys Velaryon)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora