Horror

174 16 4
                                    

-Bienvenido. -Dijo Keigo a otro invitado de la fiesta

Estaba en el crucero de Touya, realmente... habían muchos alfas en este lugar... sus aromas eran demasiado fuertes que hubo un momento en el que se asfixiaba y desmayarse, eso lo ponía un poco nervioso pero pudo controlarlo más o menos.. También omegas, unas pocas.

-¿Keigo? Puedes venir un momento. -llamo Touya

-Enseguida.

Lo llevo a una sala aparte, donde estaba una omega y un Alfa, se quedó mirándolo algo confundido

-¿Podrías enseñarle a estos invitados las habitaciones?

-Oh si, sigame.. -asintió llevando los presentes a una de las habitaciones

Que ¿incómodo?

-Uhmm... así que ¿Tu eres el omega del sr Touya? ¿No es así? -Dijo la omega de reojo

-¿Q-que?... ¿de que esta hablando señorita? yo no soy el omega de nadie... -Al principio tartamudeo un poco, por la impresión de la pregunta de la omega. Pero volvió a su postura, mirándola de reojo, con un nervio poco notable

-Oh vamos, se como le mira.. es muy obvio. -Se acomodo el cabello, sonriendo de lado

-No, yo no.. -iba a protestar pero fue interrumpido por el Alfa que estaba al lado de la omega

-No preguntes eso Kamil, compórtate. -Dijo el Alfa en un tono un poco amargo

¿Kamil? Así a de llamarse supongo..

-Si, Alfa. -rodó los ojos

Keigo solamente permaneció en silencio hasta llegar a las habitaciones

-Si necesitan algo, llámenme.

-No creo que la necesitemos, gracias. -sonrió, mirándolo de reojo

La puerta fue cerrada por el Alfa, Keigo permaneció quieto, rascándose la nunca y con una gota en la cien

Se fue lentamente de allí, quedándose pensativo "¿Eres el omega del sr Touya?"... recordo, se sonrojo para si mismo, Maldición ¿por qué pregunto semejante cosa? Recién había conocido a su Jefe..  no tiene sentido. Sacudió la cabeza intentando no pensar en ello

[•••]

—Keigo, tardaste mucho. —dijo Touya, quien estaba un poco con el ceño fruncido y con los brazos cruzados

— Disculpe sr Touya. —inclino la cabeza

Maldición, todos esos aromas de alfas tan fuertes, le estaba comenzando a afectar... cerró los ojos un poco fuerte. Touya lo miro desde arriba, alzando la ceja. Ya unos segundos habían pasado y El Alfa decidido irse de allí, dejando a Keigo en la multitud de alfas que estaban allí. Cuando alzó la cabeza noto que ya no estaba y comenzó a toser un poco, sintiéndose un poco débil, el omega fue caminando a paso duro intentando no respirar los aromas

Entró a una habitación, cerrando la puerta, pensó que allí se podría calmar pero fue peor... había un grupo de tres alfas, tenían un olor demasiado fuerte, no lo soportaría. Aún estaba impresionado de que aún no había perdido la conciencia y hacer un acto el cual se arrepentirá más tarde

— ¿Ah? Que lindo omega me encontré.. —se acercó uno de los alfas con las manos en los bolsillos, sonriendo con malicia

—Verdad.. ¿Como te llamas muñeco? —se acercó igual el segundo Alfa

No puede ser...

No puede ser...

— A-alejense de mi.. —Dijo Keigo ya con los ojos un poco llenos de lagrimas, tratando de apartarse

El tercer Alfa, lo agarro por atrás, oliendo su cuello. Eso lo lleno de repugnancia

—Hueles bien, omega.

Estaba tan desesperado, no sabia que hacer

— ¡Aléjate de mi! —repitió con asco, Keigo golpeó la entrepierna de el Alfa, soltando y haciéndolo caer

El tercer Alfa se quejo, y se enojo aún más

—¡MALDICIÓN! Mereces un castigo, maldita perra. —Grito el Alfa, desvio la mirada a los otros alfas

Keigo se asustó intentando que no se acercara a el, los alfas dejaron salir sus feromonas, joder... eran demasiados fuertes, super que fuertes...

Las lágrimas salieron, tapándose la nariz para evitar que llegue las feromonas en el, pero fue en vano. Los alfas solamente rieron y se acercaron a el omega quien estaba en el piso

—Te ves más bonito así... Oh, no te preocupes, te gustará. —Agarro algo fuerte la mandíbula de él, forzando a mirarlo

—Espera... b-basta, ¡no... no lo hagas! —Pudo decir el omega, quien estaba apunto de ser cegado por los alfas

Estaban ya desvistiendolo, destrozando su ropa, comenzandolo a tocar en todas partes... el omega solamente miraba con sumo temor, no podía hacer nada.... no podía.

Chillo, cerró los ojos fuertemente, evitando mirarlos, trataba de salir pero.. lo sujetaron de los brazos, bien fuerte, dejándole una gran marca en sus manos

— ¡Mírame!... vas a vernos todo el rato y me dirás que te gusta. —Grito nuevamente

Ese tipo estaba loco....

—Déjenme ir.... —comenzó a llorar y a tartamudear Keigo





















¿Quien es?...-DabihawksDonde viven las historias. Descúbrelo ahora