D i e c i o c h o

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"Podemos salvar lo que es puro

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"Podemos salvar lo que es puro..."



¿Sacrificarse? Seokjin lo había hecho toda su vida.

Primero con sus hermanos. Él les había dado todo lo que él pudo dar, su comida, su tiempo, su energía, sus privilegios, absolutamente todo. Luego con sus padres. Se había hecho la idea de ser entregado a los brujos cuando se enteró que había sido seleccionado al azar para ello. Todo lo haría con tal de que su familia viviera tranquila. Pero eso no había resultado bien.

Ahora debía hacerlo para que sus amigos se mantuvieran a salvo.

— Oh, Seokjin. Una cosa más.

— ¿Sí, majestad?

— Mantente alejado de mi hijo y todo lo relacionado a él. No quiero perder la confianza que tengo en tí. Pero sí ellos llegan a contarte algo importante, no dudes en decírmelo. Sabré recompensar tu lealtad.

No, él no iba a hablar. Por supuesto que él no iba a hablar.

Dos meses trabajando para el Rey y podía decir que lo había hecho mejor de lo que imaginó. A pesar de las insinuaciones del asqueroso alfa, él había logrado librarse cada vez. Quizá los dioses por fin estaban de su lado.

Estaba tranquilo, triste pero tranquilo.

Se había tenido que alejar de sus amigos. Los ojos de la Son Qian estaban sobre él siempre, a cada paso que daba. No lo dejaba de vigilar a menos que estuviera en su habitación, que no compartía con nadie. Suponía que el Rey le había ordenado mantenerlo vigilado.

Había pasado su celo encerrado en esas cuatro paredes. Aún recordaba las palabras de Son Qian cuando los síntomas del celo comenzaron a aparecer.

Enciérrate en tu habitación, pon la llave, traba la puerta y si puedes pon otra cosa para que nadie logre abrirla.

Muchos omegas pasaban sus celos en Palacio, sobre todo los que no tenían un hogar a dónde ir, como él. Pero muchos de ellos habían terminado siendo abusados por alfas que estaban cerca. Después de todo, los guardias eran alfas o betas y ellos no se moverían de sus lugares. Mucho menos por un simple celo de omega.

Se la había pasado llorando todos los días, por el dolor, el bochorno y el cansancio. Se había acurrucado a un lado de la puerta, por si en algún momento debía apoyarse en ella para ejercer fuerza e impedir que la abrieran.

Era su primer celo real, el primero que tendría que soportar hasta que se vuelva un viejo. Era su primer celo y realmente deseaba haber nacido beta o alfa.

Por eso deseaba algo de paz luego de que todo eso haya terminado. Quería algo de tranquilidad. Claro que eso no iba a ser posible.

Ahora mismo observaba sin aliento al príncipe, su sirviente y su guardia personal.

❝FORGET❞ [Vhope] [Namjin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora