Epílogo

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Jihyo POV

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Jihyo POV

— ¿Entonces mami tiene un pene? —Pregunta Haewon con curiosidad, tirando la cabeza hacia un lado.

Sana está sentada en el sofá junto a ella, doblada por la mitad, sosteniendo una bolsa de guisantes congelados en su área ofendida. Yo me siento en la mesa de café frente a mi hija, luchando por aguantar la risa ante la agonía de mi esposa. Mis ojos van de una a la otra, mientras Haewon busca una explicación en su cabeza y Sana trata de calmar el dolor entre sus piernas.                  

Haewon estaba practicando sus lanzamientos de softball cuando le pegó a su mami en la entrepierna. Eso lastimaría a cualquiera, pero cuando Sana cayó al suelo, sosteniéndose el estómago, la pequeña tuvo algunas dudas.                  

— Te he dicho que tu madre es diferente. Su cuerpo es diferente al nuestro. Ella no nació como tú y yo, Hae. Ella es muy especial.                      

Sana gruñe y se recuesta en el sofá, sosteniendo la bolsa de guisantes segura contra su entrepierna, y toma un poco de agua. Sus ojos me miran cuando se me sale la risa por un segundo.                     
— ¿Nació como Yuta?
                  
El tono de su voz se eleva con la mención de su hermano, intentado explorar las posibilidades de lo que podría ser tan especial sobre su madre.

Nos aseguramos de enseñarles anatomía y las diferencias de los cuerpos, pero fuimos cuidadosas y no asociamos esas características a ningún género en específico. Sabíamos que no entendería la condición de su madre a esta edad, así que lo mantuvimos tan transparente como pudimos para no revocar nada que ya haya aprendido antes. Todavía es un tema sensible para Sana y no queríamos que nuestra hija le dijera sobre la condición de su madre a toda persona que conozca, por eso la charla fue pospuesta más allá de la conversación general.

— Más o menos. Mami nació distinta a ti y distinta Yuta. Ningún cuerpo es igual a otro, ¿recuerdas?
                    

— Está bien. ¿Entonces mami tiene un pene y no una vagina?

Me sonrojo con los términos que usa mi hija, pero sé que la terminología correcta es mejor que los terribles eufemismos. Yo con certeza hubiese usado "pipi" y "chocho", pero Sana no lo aprobó.
                     
Yuta entra corriendo a la sala, riendo porque Dexter lo viene persiguiendo de cerca. Llevan todo el día persiguiéndose mutuamente por toda la casa. Sana se anima con su entrada, pero se queja de nuevo cuando el pequeño tira sus brazos a su entrepierna y mira alrededor en busca del cansado perro.
                     
— ¿Te importa, hombrecito? —Gruñe mi esposa, moviendo los brazos de nuestro hijo a sus piernas. Respira profundo al darle vuelta a la bolsa y la vuelve a acomodar sobre sus partes.
                     
— ¿El hielo siquiera está sirviendo de algo? —Pregunto entre risas.
                    
— Para nada. Solo me adormece un poco, lo que es mejor que estar dolorida.
                   
Niego y vuelvo a dirigirme a mis hijos: Haewon está ahora en el piso, jugando con el perro, mientras Yuta se ríe y casualmente lleva sus manos a su propia entrepierna.
                   
Los chicos son asquerosos.                     

❝ The Donor ❞ SAHYO ⁽ᵍᵎᵖ⁾Donde viven las historias. Descúbrelo ahora