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Nunca lo pude sacar a pasear a un parque como otro cachorro normal.

No lo hacía porque era muy travieso y nunca lo acostumbré a que anduviera con su correa y si se la colocaba,se incomodaba.

Así que mis padres y yo lo enseñamos a qué le abriríamos la puerta y saldría a hacer sus necesidades cerca de la casa.

Los primeros días era difícil hacerlo que volviera a la casa,pero después fue más calmado ya que yo silbaba,lo llamaba con premios o lo acompañaba.

A veces creía que el era un gato dentro del cuerpo de un perro y eso en cierto modo sentí que me tranquilaba.

¿Porque?

Mi cachorro casi se muere en mis brazos cuatro veces y sentí que tenía vidas de más.

A veces no entendía porque se enfermaba si casi no salía.

Habrán escuchado que los humanos dicen:

La mascota recibe todo lo que manden a su dueño o a su hogar.

¿Eso era mal de ojo lo que recibía?

¿Enfermarse de repente? Se me hacía muy extraño.

Lo cuidabamos en demasía que no entendíamos el porque se enfermaba tanto.

Me dolía encontrarlo una mañana todo triste de por sí,imagínense cuando estaba enfermo.

Él... Me representaba.

Él... Era mi vida.

Él... Era mi mejor amigo.

Sus ojos eran de color caoba entre amarillo,su cabello eran dorado con detalles de color canela y ondulado,bueno,más bien era rebelde su pelo.

Sus ladridos me levantaban en las mañanas y sus aullidos me informaban por la noche.

Yo te extrañaré (FINALIZADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora