Recuerdos del Ayer

10 2 3
                                    

Cuando era adolescente hace unos veinte años, una tarde lluviosa me encontraba en una cafeteria a la que iba todas las tardes despues de la escuela, amaba ir a allí, sentarme tomar una taza de café al mismo tiempo que leía un libro y escuchaba a la gente hablar de mil cosas diferentes. Recuerdo que estaba leyendo un cuento de fantasia llamado "El principito", aunque decian que era para niños lo disfruté mucho a mis dieciseis años, estaba muy entretenida inmersa en la historia, cuando de repente se me acerco un señor de unos setenta años aproximadamente, me miro y me dijo "Tengo una nieta que ama ese libro", yo asombrada de que un señor de esa edad venga a hablarme, conteste "Es muy interesante, enseña a ver la vida de otra manera, desde la perspectiva de un niño". Al cabo de unos segundos, el sonrio y ahi fue donde me di cuenta de que era un anciano muy solitario porque tenia cierta mirada de tristeza en los ojos igual a la que poseen las personas en los asilos. Me dio tanta pena que lo invite a sentarse en mi mesa, el muy amablemente acepto mi invitación y rapidamente comenzamos a conversar. Esa tarde me conto mucho acerca de el, se llamaba Daniel estuvo casado con una señora llamada Mary, la cual lamentablemente habia fallecido hace cinco años, con ella tuvo tres hijos. Sin embargo cada uno vivian sus vidas, estaban tan ocupados que casi nunca iban a visitarlo, él los entendía, pero eso no quitaba que se sienta solo la mayoria del tiempo

Me hablo un poco mas acerca de su única nieta, a la que le gustaba el mismo libro que a mi, ella era la persona de su familia mas apegada a él, pero termino la secundaria y se fue a estudiar a otra provincia lo que lo habia dejado muy triste. Se acercaba la hora de irme, pero antes le dije que yo iba todas las tardes a esa cafetería por si quería hablar con alguién.

Esa noche me puse a pensar sobre lo que habia sucedido esa tarde y me di cuenta de que el necesitaba una nieta tanto como yo a un abuelo porque el mio habia fallecido cuando era una niña. Al dia siguiente al salir de la escuela fui como siempre a la caféteria, al observar las mesas lo vi a mi nuevo amigo, ahí estaba esperando en una mesa con un tablero de ajedrez, rapidamente fui a sentarme con el, al instante me dijo "Ana... ¿Sabes jugar al ajedrez?, a lo que yo contesté "No, pero siempre quise aprender. Posteriormente sonrio y comenzo a mostrarme como jugar, me enseño los movimientos, estrategias, pero lo mas importante. Me enseño a ver la vida como si fuera un partido de ajedrez: Jaque mate es cuando el rey no tiene escapatoria, pero mientras este en jaque puede evitar ser derrotado y otra cosa muy importante en una partida nunca se sabe lo que puede llegar a pasar, hay infinitas posibilidades, nunca hay que confiarse porque te podes equivocar y jaque mate.

Yo me hice muy amiga de el, las tardes se nos pasaban muy rápido entre charlas interesantes y partidos de ajedrez, nos encontrabamos en la caféteria todas las tardes nos encontrabamos allí, o asi fue por aproximadamente tres meses. Hasta que una tarde como muchas otras fui muy contenta a contarle a mi amigo que ma habian dado para hacer un trabajo practico en la escuela sobre el ajedrez, pero cuando llegue el no estaba. Lo espere durante toda esa tarde, sin embargo nunca llego. No llego ni ese dia, ni el resto de la semana. El lunes de la proxima semana fue el último dia que lo espere, una mesera del lugar me dijo que mi amigo estaba muy enfermo, y probablemente no sobreviviría la noche, este se encontraba internado en el unico hospital con el que contaba la pequeña ciudad en la que vivía, en ese instante comencé a correr en dirección al lugar. Corrí mucho para llegar lo mas rápido posible, en el camino mis lagrimas de desesperación salían como si fueran hojas cayendo en pleno otoño, ni bien llegue me dispuse a preguntar en la entrada el número de su habitación, pero en ese momento me comunicaron la peor noticia de toda mi vida, mi mejor amigo, el señor Daniel Perez con el que habia pasado todas mis tardes de los últimos tres meses habia fallecido a causa de una neumonia. Al cabo de unos segundos que fue lo que tardo mi cerebro en procesar la noticia, estallé en llanto, fue tanta mi tristeza que tuvieron la necesidad de llamar a mis padres quienes fueron en mi busqueda. Una enfermera le contó a ellos que mi amigo no paro de reclamar por mi en su estado de agonía, pero no tenian como contactarme.

Los días siguientes al fallecimiento de mi amigo fueron horribles, me sentía demasiado triste, no tenia ganas de hacer nada, ni siquiera de ir a la escuela y mucho menos de realizar el trabajo práctico sobre el ajedrez, a pesar de que faltaba un semana para su entrega.

Cuando se cumplieron los tres dias de duelo, mi madre me obligó a volver a la escuela, lo cual no fue una buena decisión, ya que el cierre de cuatrimestre comenzaba y consecuentemente los millones de trabajos prácticos y evaluaciones, que por el desafortunado acontecimiento, no tenia energía para realizar ninguno. Mis notas iban en picada y la posibilidad de repetir el año se sentia cada vez mas latente. Estaba muy deprimida solo me quedaban dos días para entregar los últimos tres trabajos practicos, pero ahí estaba yo sin siquiera intentarlo. Hasta que esa noche mientras dormia de repente sentí a alguien en mi habitación, cuando abrí los ojos , era el ni mas ni menos que mi mejor amigo Daniel, me abrazo fuerte y me dijo "Cuando algo inesperado ocurre , tenes que reunir fuerzas de donde sea, no dejarte vencer y evitar el jaque mate". Después me miro, sonrio como la primera vez que nos vimos y desaparecio. Al instante me sente en mi cama reflexionando sobre lo ocurrido, al mismo tiempo recordé lo que me dijo la última vez que nos vimos en la caféteria "Sos la nieta que siempre quise tener", mientras me acordaba de aquel momento se me escaparon algunas lagrimas que bajaban lentamente  cubriendo mis mejillas, en ese instante reaccioné, no podía dejarme vencer así, tenía que seguir luchando por mí, por mí futuro, por la memoría de mi mejor amigo. A continuación pare de llorar y fuí a estudiar, para no dejarme vencer y salir de mi estado de jaque.

Me costó mucho salir de la depresión que me dejó la muerte de mi amigo, hasta que lo logré. Sin embargo no importa el tiempo que haya pasado siempre me voy a acordar de él y de sus enseñanzas que hasta el día de hoy a mis treinta y seis años me siguen ayudando.      


Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Mar 31, 2023 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Estado de JaqueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora