Fue a las seis de la mañana cuando llegué a ella.Me encontraba nervioso ya que no sabia que esperar. Cuando al fin di con ella sentí pánico. Inclemente,oscura e irrompible. Mas si estaba abandonada era mejor para mi.Funcionaba. Era el factor sorpresa. Estaba desolada. Era víctima de la tristeza.Con mucho valor me acerqué con lentitud para que no se sintiera amenazada. Podía escuchar sus latidos, cada vez mas agitados por la cercanía de mi presencia. Cada paso que daba era una amenaza para ella. Pero supongo que le agradaba ya que no lanzó un primer ataque. Subí el par de escalones tratando de no "despertarla" aunque era demasiado tarde y ya lo estaba. Crucé el pórtico que tenia pinta de caerse a pedazos en cualquier momento y bajé la mirada a los pies de la puerta. Observé que aun el tapete que daba la bienvenida estaba intacto. Claro que estaba viejo más el polvo no había acabado aún con el. "Bienvenidos" anunciaba aquel pedazo de plástico,aunque la construcción anunciaba todo lo contrario. Era de madera y debía haber sido una casa de fin de semana. Lo había deducido ya que en el jardín trasero había una alberca y al llegar me contaron que Saint Vincent era un sitio en donde la gente disfrutaba descansar. Para olvidarse de la ciudad, de sus empleos, de sus problemas. Para un sitio así creí que habría un mejor clima. Volví la mirada hacia la parte superior de la puerta donde un par de furiosos ojos me observaban. Me acerqué unos cuantos pasos tratando de descubrir que era. Era solo la manija de la puerta la cual tenía la forma de un león. Suspiré. No era de ese tipo de personas que se asustan por todo. Según mis pocos y cercanos amigos no soy para nada introvertido. Me decidí a empujar la puerta para poder ingresar pero antes de eso busqué en el bolsillo de mis jeans para encontrar mi IPod y escuchar música mientras me adentraba a la oscuridad. Me tranquilizaba un poco,antes de llegar a la acción para hacer el trabajo sucio. Lo encendí y busqué inmediatamente mi playlist favorito. My Awesome Indie Mix. En cuanto me puse los audífonos y oprimí Play la música de Tycho inundo mis oídos. La reconocí de inmediato. Apogee. Y con ello me atrevi a abrir la puerta a una inmersiva oscuridad.Estaba listo. Estaba listo para afrontar el pasado.