Capítulo 2

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—¿Pasa algo? —inquirió su esposo y ella negó rápidamente—. Conozco tu mirada y sé perfectamente que estás pensando en algo y cuando piensas en algo y le das vuelta, resulta que siempre termino en problemas.

—Ideas tuyas —declaró Juno, se encogió de hombros y le hizo un movimiento con las manos que dejaba claro que era una nimiedad, pero su esposo la conocía y estaba seguro de que algo tramaba—. Voy a ver si nuestra mula está amamantando a sus crías, no me molestes.

—De acuerdo —mencionó su esposo—. Iré a ver a las niñas, en lo que te das una ducha.

Juno, por su parte, se tardó en volver, fue a su habitación y comenzó a bombardear el teléfono de todas sus amigas para una reunión urgente el día siguiente. Sabía que no estaban despiertas pero lo cierto es que compartían un grupo, en el que recientemente habían agregado a Melanie puesto que era la amiga de Zahra y afortunadamente para todas, había congeniado muy bien con todas.

Volvió cuando se cansó de enviar suficientes mensajes al grupo como para no morir ignorada.

Cuando apareció en la sala, encontró a su esposo sentado bebiendo un café y esperando por ella para que lo acompañara.

—Mañana iré a ver a mis amigas —dijo de pronto y se recostó a un lado de Hasan—. Puede que me demore un poco.

—También es posible que venga tarde, iremos a cenar con Fred, para darle la bienvenida y nos cuente absolutamente todo lo que ha pasado desde que se tomó su tiempo —dijo el abogado y ella asintió—. Estoy seguro de que es largo y tendido.

—Me imagino, pero no olvides que me tienes que contar todo —declaró su esposa—. Me interesa saber qué ha sido de nuestro amigo.

Hasan asintió a su esposa y no tardó mucho tiempo en que ambos se fueron a la cama, uno emocionado de ver a su amigo y la otra pensando cómo ayudar a Paris.

🛩️ 🛩️🛩️🛩️🛩️

Paris despertó con un fuerte dolor de cabeza y tosiendo.

—Lo que me faltaba, un resfrío. —Se tocó la frente y se dio cuenta de que estaba caliente. Lanzó un resoplido.

Miró el reloj, era tardísimo, así que rápidamente se dio una ducha, se vistió y solo entonces se percató de que había comida en su mesa con una nota. Se acercó a mirar el recado y vio que era de Juno.

Le pidió que fuera a su casa, pero ya sabía para qué, le ofrecería dinero para parchar algunas deudas y Paris estaba cansada de tener que hacer eso, no ayudaba en nada, se abonaba a los intereses y la deuda seguía creciendo. Aunado a eso, ya les debía demasiado a sus amigas, siempre estaban pagando deudas de ella y ya sentía vergüenza hasta de verlas.

Se sintió tan humillada al trabajar con Frank cuando llegaron a cobrarle a la oficina y montaron un escándalo. Había dejado su trabajo por eso, aun cuando amablemente se ofreció a cubrir el monto completo de lo que debía.

Era consciente de todo el dinero que tenía y de que aquello sería como quitarle un pelo al gato, pero ella no podría con la vergüenza y la humillación. Ya no podía ni siquiera con la lástima que le tenían.

No podría decidir qué le causaba más preocupación, si las deudas o las miradas que recibía de sus amigas, siempre dándole ánimos, buscando ayudarla y sentía que sus reuniones con ella se habían convertido en terapia de desahogo, siempre tratándose de sus problemas y no era justo para las demás.

Dio un suspiro y se llevó un pedazo del pan que encontró antes de guardarse otro e ir a la salida.

Al menos se había librado de sus padres, desde la anulación de su matrimonio no tenía contacto con ellos y no quería tenerlo, eran un cáncer que la consumían poco a poco.

Amor a primera Visa.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora