Cuando decimos «no» a una pregunta aumentamos las posibilidades de que la otra persona siga insistiendo.
Alexandre López.Sky Vega.
Cuatro de agosto, 08.16 horas.
Cuando llegó el almuerzo —realmente se daba una hora y media para comer la comida que cada uno traía de su casa porque las cocinas de aquí llevaban unos cinco años sin ser usadas y existía el temor de que si existía exploran —me dirigí al vestíbulo tarareando una canción animada... O así era hasta que me encontré con la secretaria del director y me interceptó en el medio del pasillo y me señalaba con un dedo acusador y respiración agitada.
—Sky —me miró como si tuviera la culpa de todos los males del universo.
—Hola, Karen —la saludé intentando pasar por su lado—¿Qué haces aquí? ¿Trabajas también sin paga?
Me frunció el ceño y me indicó ir a la oficina del oso. Solté un gemido lastimero.
—¿De qué te quejas?— me preguntó Karen mientras caminaba junto a mí— No has sido tú quien ha corrido por toda la mansión buscándote. Además Jhon está aquí y te busca.
—Me quejo de que tengo un jefe y un director que no hacen nada mejor que molestarme, y no encuentra mejor momento para hacerlo que en mi hora del almuerzo —le dije cruzando los brazos.
Entre el oso, el director, su secretaria y yo había suficiente confianza, tal vez sea porque yo pasaba todos mis ratos libres en la dirección desde que comencé el instituto. Y no por castigos si no más bien por gusto, así no me aburría deambular por los pasillos.
Karen se rió abriendo la puerta de la oficina del oso, que alguna vez fue el despacho de alguno de los fundadores. Dentro estaba el director Jonh, el oso y la alcaldesa Cayetana.
—¿Se puede saber para que me joden en el almuerzo? —le dije importandome poco la presencia de la alcaldesa, se habían metido con mi hora del almuerzo, mejor que se atengan a las consecuencias ahora.
—¿Deja que sus alumnos le hablen así, director? —le miro la alcaldesa con una ceja encargada.
—Solo cuando interrumpo su almuerzo porque la alcaldesa se cree tan importante como para arriesgar a que Sky me envenene como venganza —le soltó el director mirándola con mala cara.
Para que entiendan, la alcaldesa Cayetana y el director Jonh eran hermanos, por esa razón se trataban así, solo que solo lo hacían en privado, pero yo Sky Vega era una excepción precisa.
—Tiene un buen punto —señalo Karen sentándose en una silla.
—Esto será solo un minuto —aseguró la alcaldesa volviéndose a mí que aún estaba con los brazos cruzados junto a la puerta.
—Sky, ¿Cómo estás? —empezó a decir.
—Vaya al grano, Cayetana, tengo hambre.
Para aclarar, no es que no traté con respeto a las figuras de autoridad, si no más bien que los conozco desde que era pequeña, y ellos conocían a mi familia desde muy pequeños e incluso Jonh fue novio de mi mamá en su adolescencia, el respeto estaba pero diferente.
—Vale, vale —alzó las manos en señal de rendición —, tengo entendido que conoces perfectamente la cabaña.
—Mhm...
—Bueno y también tengo entendido que sabes todas las leyendas locales —señalo acomodándose la falda —.
—No veo el grano —señale.
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Beautiful Eyes [En Edición]
Teen FictionDos adolescentes con enfermedades (no solo mentales), por recomendación de un chico que es un apoyo emocional durante sus tratamientos crean una cuenta para hablar de su dia a dia. Podemos ver cómo poco a poco se vuelven realmente reconocidos por co...