No tengo muchos comentarios. Solo una pequeña idea tras el último capítulo, si bien, aún no aparece Ayn como tal (cuando lo haga haré una parte recopilando sus batos) En su aparición. Renge me dió una idea.
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Sonriente e inocente el Santo de Virgo busco por los pasillos del templo de virgo su pequeño "secreto" algo que Aún y Kogetsuji le ayudaron a guardar, mientras iba en busca de su viejo amigo. Theseus alguien calmado y pensante, disfrutaba mucho hablar con él desde el momento de pisar el Santuario cuando aún tenía 12.
— Lamento tardar. — El joven con la venda en los ojos regreso con Aries, teniendo en sus manos un paquete grande con galletas de azúcar. Él placer culposo de su juventud cómo el menor de orden, el que tenía el título "El más cercano a dios" a veces era puesto en duda, a veces se le exigía madurez pero no por sus compañeros.
— No importa. — El peli blanco en que en ese momento estaba apoyado en su mano, se incorporó. Recibiendo a su compañero. — Gracias. — El virgo le entrego el dulce en manos, sentandose a su lado. — Lamento dejarte solo.
— Sabes que no me molesta. Somos Santos después de todo. ¿Estuviste con Ayn no?
— ¿Eh? No sé a qué te refieres. Si, hemos hablado cada tanto, aveces practicamos pero nada tan serio. ¿Porque lo dice?
— Ah, es que hace 3 días tuve una visión. Estaban los 2 muy cercanos, no sabría decir si solo abrazados, Ayn es muy grande después de todo.
— ¿Que...? — La forma en la que lo dijo fue como si un niño de 5 años hablara de la cosa más "comprometedora" en su pura inocencia. Theseus casi se cae de la silla. — ¿Ayn y yo...? ¿Exactamente...? — No termino de hablar. Él hecho de que Theseus era de piel casi pálida y cabello blanco era una maldición, porque su vergüenza se veía reflejada en un sonrojo que cubría toda la cara.
— ¿Pasa algo? No sé de qué era la visión exactamente, pero pensé que te veías lindo. Cómo calmado.
— No sé ni que responderte. Me estás diciendo, que viste en un futuro. A Aún y yo como novios...
— ¿Eso es malo? Te he notado diferente con él, como con vergüenza.
— Renge, yo soy muy claro y despierto en cuentos mis sentimientos. Ayn solo me parece guapo. Nada más. — Ocultando su mirada en los lentes levanto la miraba. Abochornado. Ayn era muy guapo, ciertamente, pero de allí a cruzar una línea de "flechazo" era otra cosa.
— ¿Solo te parece Guapo? Osea, ¿Solo eso? A mí me gusta entrenar con él, es divertido y amable. — A veces incluso jugaban videojuegos.
— No, claro que es un hombre de mi confianza, noble, fuerte, y bondadoso. Un gran santo, pero románticamente, solo me parece guapo.
— No sé mucho de relaciones. Tampoco tan interesado, ¿Porque no hablas con él?
— Ehmnm... — Las visiones de virgo eran difíciles de cambiar o evitar, eso ya lo sabía. "Al destino no se puede oponer. Regne sonreía. Dulce y casi infante mientras esperada su respuesta. — En 2 días, ¿De acuerdo? — Virgo asintio. Poniendo, Inconsciente a Theseus en una "espada contra la pared" personal.
Ayn le atraía, lo suficiente para que la idea no le desagrade, no obstante seguía siendo un raro shock que asimilar.
Esperaba que su amigo no sé equivocará. A la mañana siguiente, fue a hablar con Ayn, estaba con cierta incomodidad, trabandose al hablar, pero logrando ponerse serio, conversando con Fluidez.
Si tan solo supiera, que la visión era una mentira blanca de parte de Renge, pero, a su vez era una intuición que el tenía. Él Santo de Virgo estaba feliz de que fue correcta, su amigo siendo feliz junto al toro moreno.
