No hubo sueños que recordaras, alguna imagen de lo que había estado en tu mente mientras dormías, ¿se debía eso a que te sentías satisfecha contigo misma?
Un cosquilleo en tu nariz fue lo que te despertó, este era un despertar diferente, recordabas haberte quedado dormida por las caricias de Justin en tu mejilla, recordabas haber... Si, recordabas lo que Justin y tú habían hecho, te moviste perezosamente en la cama moviendo la nariz por el cosquilleo, estiraste las piernas, la leve punzada del dolor en la entrepierna y tu feminidad hizo que te quejaras suavemente, era un dolor comprensible y gustoso....
Otra vez el condenado cosquilleo en tu nariz, moviste la mano por encima de tu nariz golpeándola con algo suave. Oh Dios, esa risa gutural te llego a tus oídos como un bello canto, fuiste consciente del peso de Justin a tu lado, su calor corporal cerca del tuyo, su cuerpo a solo un movimiento brusco.
-¿De qué te ríes? [Dijiste con voz perezosa]
Giraste sobre tu cuerpo para quedar con la espalda en contra del colchón. Abriste los ojos para seguir viendo nada y te los astillaste, bostezando... hasta tus labios sentían un poco de ese dolor agradable.
-No te sentirías bien de saber que dañarías una bella rosa, ¿verdad? [Otra vez el cosquilleo en la nariz]
¿Su voz sonaría así todas las mañanas? Porque podías vivir toda la vida escuchando esa risa y esa voz cada vez que despertaras. Inhalaste y el olor de la rosa te llego rápidamente, eso era lo que pasaba por tu nariz... esto si era una buena manera de despertar. Buscaste su cuerpo con tu mano y sentiste rápidamente un pedazo de su cuerpo... tanteaste un poco mas y reconociste que estaba de costado, tus manos estaban sobre su cadera desnuda. Ronroneaste al descubrir eso, te resultaba enloquecedor.
-Podría acostumbrarme a despertarme así todos los días [murmuraste]
-Es bueno saber eso [esa voz suave pero profunda a la vez] porque yo también.
Justin te estaba observando detenidamente mientras bostezabas una y otra vez, le resultabas lo más agradable que podía ver una mañana, tus labios estaban con ese leve hinchado debido a sus besos, estabas sonrojada por tantas cosas y lo principal era él, deseaba hundir sus dedos en las hebras alborotadas de tu cabello. Dejo que su dedo vagara por la vena de tu cuello, por la desnude de tus hombros mientras dejaba de pasar la rosa por el puente de tu nariz.
Lo mejor de todo era que no percibía ningún arrepentimiento de tu parte, solo irradiabas satisfacción, alegría y otra vez ese deseo ardiente, cuando tus manos vagaron por su cadera bajando por la desnudez de sus glúteos hasta que acoplaras tus manos, Justin no evito gemir, pronunciar tu nombre, porque eso se sentía tan bien que ya estaba listo para todo lo que pudiera venir.
-Sigues con eso [se aclaro la voz]... sigues con eso y no me hago responsable de mis actos.
-Quiero ver qué ocurre con eso [sonreíste] pero quiero saber algo, ¿de qué color es la rosa?
-Blanca [deposito un beso en tu mejilla]
-Una de mis favoritas, gracias [te quitaste unos mechones de tu cara] ¿llevas rato despierto?
-Sí, unas horas y creo que deberíamos de comer.
Cuando te moviste, Justin aprovecho para estirar su mano y agarro una trozo de manzana que había sobre la bandeja que estaba en la mesa de Justin.
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Love Slayer ~ J.B&Tú
RomancePor todo lo real, esto era una locura. Las preguntas no eran capaces ni de ser respondidas por sí misma, no conocía realmente lo que era la satisfacción de tener un escape para todo, no es que fuera a perder la poquita cordura en su mente, pero ¡No...