Amber llevaba varias semanas en esa aburrida universidad, a pesar de que era la carrera de sus sueños, haber entrado a mitades del ciclo ya era un problema: Ya todos contaban con su circulo social, y Amber no era la más sociable que digamos.
Al menos si se estaba enfocando más en sus estudios, no tener nada que hacer fuera de estudiar la había mantenido en un nivel académico destacable, pero Lando no dejaba de rondar por su cabeza, ni Emma.
La joven se mantenía pendiente de las noticias de las carreras, Lando no estaba teniendo su mejor momento, no conseguía un puesto por encima del séptimo y en las entrevistas no se veía ni cerca de lo feliz.
Y bueno, Amber se la pasaba la mayor parte del tiempo en su habitación, malhumorada, inmersa en su computadora, su teléfono celular tenía la señal cortada y era imposible comunicarse con alguien, todas sus redes sociales estaban siendo controladas a la distancia por su padre, literalmente la única forma de comunicarse con sus amigos era por medio de correo electrónico, algo que hacía demasiado tiempo no se usaba para mensajear.
Su compañera de habitación entro a la misma, María, una chica mexicana súper amable y la única con la que había logrado interactuar en su estancia.
-¿Qué tal Amber?-La saludo gentilmente, como lo hacía siempre, probablemente era a la única que no le contestaba tan cortante.
-Hola María.-Una sonrisa se dibujo en su rostro al ver a la chica con unas flores en sus manos.
-De nuevo tu admirador "secreto".-Hizo unas comillas con los dedos y ambas rieron.-Eres súper afortunada, no puedo esperar el día en el que a mi también me manden flores por solo existir.-María extendió sus manos con las flores y se las entrego a la Italiana.
Creo que olvide decirles que también recibía regalos a escondidas de un "admirador secreto". Las flores cada semana junto con las cartas ya eran rutina, y amaba esa rutina, se estaba empezando a acostumbrar, eso era algo que agradecía, podía recibir regalitos y su padre ni enterado, lo hacían tan bien que nadie se daba cuenta, y si lo hacían pues... Bueno, ella ya no era parte de Ferrari nunca más, así que no tenía mucho de que preocuparse, seguramente para ella no sería tan difícil conseguir un puesto dentro de la Formula 1.
-¿Leeremos la carta?-Le asintió, probablemente María ya era como su mejor amiga, le tenía tanta confianza, solían leer las cartitas juntas, María anhelaba tener un chico así en su vida y Amber lamentaba no haber sido lo suficientemente cuidadosa como para no ser descubiertos.
-Hola Bambi.-María solto un chillido de emoción y Amber una risita, ya estaba empezando a leer la carta en voz alta, lo suficientemente alta como para que su amiga escuchara pero lo más bajo posible para que ningún entrometido llegara a escuchar por las paredes.-Es tan difícil que estés haya donde te extraño, me frustra tanto no poderte ver, abrazar o besar como me gustaría... Cada día lamento tanto no haber cuidado esos encuentros... Igualmente no fue todo culpa de nuestro descuido, tú sabes lo que dicen por ahí: A quien dices tu secreto das tu libertad. Estoy contando los días para que podamos vernos, tachando los días en el calendaría y deseando que vayan más rápido... Estoy empezando a olvidar tu dulce aroma a vainilla y realmente me rompe no poder tener ese dulce olor al despertar... contigo a lado. Espero que pienses en mí tanto como yo pienso en ti. Hay momentos en los que ni siquiera me doy cuenta que estoy soñando despierto, pensando en tus besos, en tus ojos, en el momento en el que por fin volvamos a vernos. Te siento cerca aunque estés lejos, porque todo me recuerda a ti. Te ama: Lando Norris.-Amber cerró la cartita y la guardo en el sobre en el que venía.
-Ay Amby, ese cabrón es todo un romántico.-Ambas soltaron una risita ante la expresión de María, tenerla de roomie era tan entretenido para la Italiana, eran dos culturas distintas conviviendo, afortunadamente al hablar ambas lenguas romance fue fácil comprenderse al menos, y a veces preferían hablar en inglés que era el idioma principal en esa universidad, pero definitivamente era mucho más cómodo hablar con sus modismos cada una.
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Secreto en la Pista
FanfictionAmber Binotto es la hija del director de Ferrari, y estudia para llegar a ser parte de la misma escudería. Lando Norris es quien acaba de entrar a F1, cumpliendo su sueño de joven, y firmando su contrato con Mclaren. Ninguno tiene idea de quien es e...