1 | EL INTERROGATORIO

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El calor era demasiado sofocante para ella. Había estado en lugares calurosos, un buen ejemplo era el País del Viento, un enorme desierto en donde el sol te quemaba la piel tanto que uno llegaba completamente rojo a la sombra. Pero ahora se dio cuenta de que eso era muy poco al estar en medio del cráter de un volcán. La roca fundida bajo sus pies parecía una hoguera cocinándola de forma lenta. Por supuesto, había sabido desde el inicio que luchar en contra de Kaguya Otsutsuki iba a ser complicado (uno nunca se enfrentaba con frecuencia a la creadora del Chacra), pero la mujer podía cambiar de dimensiones como si fuera un simple Jutsu de Sustitución. Ni siquiera con la ayuda de Kurama, su buen amigo Zorro de Nueve Colas podía lidiar con la mujer albina, también muy hermosa para su envidia.

A su lado estaba su amigo y antiguo compañero de equipo, Sasuke Uchiha, un buen bastardo que había perdido la razón, según Naruto. Una pelea que los dos debían ganar a toda costa si es que no querían ver a todo su mundo morir debido al extraño plan de Kaguya. Ambos habían sido unidos por algo tan extraño como mágico, La Reencarnación. Ambos tenían el chacra de los dos hijos del Sabio de los Seis Caminos, algo tan difícil de creer que en ese momento aún no podía entender del todo en cómo era posible que ella fuese influenciada por otra persona que había muerto varios siglos atrás. Por eso, ambos tenían como misión acabar con Kaguya, aquella mujer considerada una deidad y que era la madre del Sabio de los Seis Caminos.

—¡No creo que podamos hacer mucho si no logramos golpearla una maldita vez! —gruñó Naruto, su ira filtrándose en su tono de voz. Se estaba cansando de estar en ese lugar y de no poder tener la ventaja en la pelea. Ni siquiera podía imaginarse seguir luchando por muchas horas más.

—¡Si sigues quejándote, es obvio que nunca lograremos vencerla! —le gritó Sasuke, su tono tan frío que era sorprendente que ese hubiera sido un regaño.

Se mordió el labio inferior mientras tomaba un buen respiro. La mujer frente a ellos no parecía cansada, solo ladeó la cabeza un poco a la izquierda y comenzó a acercarse a ambos. Sintió un poco de miedo por eso, pero rápido pensó en un plan. Sonaba absurdo hasta en su mente, pero creía con fervor que podría funcionar.

«No ha visto un hombre en varios años, supongo que ha de estar estresada», pensó, con malicia. Llevó sus manos a un Jutsu muy familiar para ella desde los doce años.

—¡Sasuke, la voy a distraer un poco! —le gritó. Notó el entrecejo fruncido de él, algo que le decía que no confiaba mucho en su plan. No le importó. Creó a varios clones de ella misma y se acercó lo más que pudo a Kaguya. Después hizo su siguiente Jutsu— ¡JUTSU DEL HAREM INVERSO!

Todos sus clones se transformaron en hombres altos, de buenas musculaturas y con miradas tan seductoras que incluso ella podría quedar embobada, después de todo no era inmune a alguien atractivo. Sonrió con satisfacción cuando notó el leve sonrojo en Kaguya y como se quedó quieta por un poco de tiempo.

«¿Por qué siempre los más grandes enemigos quedan atrapados con esto?». Sin pensarlo dos veces, salió en contra de Kaguya dejando caer la ilusión. Le dio un buen golpe en la cara que la hizo girarse un poco a su derecha. Estaba muy feliz por eso mientras le gritaba algunas blasfemias a Kaguya.

—¡ES AHORA O NUNCA, NARUTO! —le gritó Sasuke.

Asintió en respuesta y vio como Sasuke usaba su Rinnegan para aparecer a Kaguya entre ambos. Extendió su palma derecha para usar el Sello del Sol que se les había dado para poder sellar de nuevo a Kaguya en una luna. Sintió la adrenalina recorriéndole por las venas mientras sentía que todo estaba por terminar por fin con esta estúpida guerra. Y estuvo tan cerca de eso. Solo un centímetro fue lo que le bastó a Kaguya para arruinar su felicidad. Ella hizo algo que convirtió todo en un caos para Naruto. Sasuke quedó atrapado en un crista de hielo; se podía distinguir la ira grabada en su rostro. Pero para ella fue diferente, no estaba atrapada en el hielo. Sintió que la jalaban desde el ombligo. Por un momento pensó que le estaban quitando al Kyubi, otra vez. Pero todo fue mucho más doloroso, y allí se dio cuenta de que esto era muy diferente. Parecía que sus entrañas se revolvían en un solo punto, como si estuviera quedando atrapada por un agujero negro.

Bonito recuerdo | Naruto Fem x ShisuiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora