XI

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Once meses habían pasado luego de que el cuervo y sus cómplices fueron dados de baja, aunque como sería un escándalo público que el líder de detectives y personal del equipo de seguridad estuviera involucrado con el cuervo las fuerzas policiacas de Corea del Sur habían concretado que era mejor decir que habían muerto en el combate. Jongin y Junmyeon serían falsamente conmemorados, pero absolutamente nadie los recordaría. Jongdae fue mostrado como el cuervo, ya que con un par de favores lo habían eliminado de la nomina oficial y Minseok fue solo un pobre diablo sin mención en las noticias.

Kyungsoo había estado en terapia para poder curar sus heridas físicas y mentales, Chanyeol dejó con honores su cargo puesto que debido a sus fuertes pruebas y olfato de detective había encontrado a Kyungsoo con vida, pese a eso el sentimiento de culpabilidad le atacaba en ocasiones.

—Lo lamento mucho.

—Oh vamos mi amor, ya estoy bien —, dijo Kyungsoo notando como poco a poco su motricidad se volvía mejor luego de la cirugía de ligamentos que había tenido —. Ya sospechabas de Jongdae, pero era imposible darte cuenta que Junmyeon estaba involucrado.

—Debí actuar más rápido.

—Mi amor, actuaste lo suficientemente rápido.

Kyungsoo tomo de las mejillas a su amado Chanyeol, con ternura acaricio su piel y luego beso sus labios. Las pesadillas ya habían desaparecido al igual que el temor de estar sin Chanyeol, ahora como el alto no trabajaba como detective de crímenes violentos pasaban más tiempo juntos.

Ese tiempo que Jongdae estuvo a punto de arrebatarles, y es que a Chanyeol le hervía la sangre de rabia al recordar como en esa mañana los tres le golpearon y le dejaron abandonado en una zona lejana de la ciudad, pesé a sus intentos por avisarle a Kyungsoo que se quedara en casa los medios de comunicación fueron usados a favor de Junmyeon, del cuervo, todo había salido mal.

—Ya ya... estamos celebrando cosas bonitas —, mencionó Kyungsoo poniéndose de pie y mostrándole a Chanyeol como ya podía caminar sin ayuda de un bastón —¡Pronto podre correr a tus brazos!

—Solo a los míos.

Chanyeol suspiró, todas las noches miraba a su novio dormir y lloraba en silencio con la idea de que algo le hubiese pasado en ese día.

—Amor... nada malo me pasará, estaremos juntos para siempre.

El alto estaba asistiendo también a terapia, tenía a su novio y su Kyungsoo lo tenía a él para salir adelante pese a las continúas pruebas de la vida.

Ya no existía el cuervo, ya no existía un detective Park Chanyeol. Ahora solo era un hombre libre junto a su amado pingüino, uno que daba pasitos pequeños para reintegrarse a la sociedad.

—Juntos mi amado Kyungsoo.

—Juntos mi amado Chanyeol.

Chanyeol se inclinó para tomar de la cadera a Kyungsoo, besó sus labios lentamente intentando dejar de lado todo rastro de dolor y ese día iniciar una nueva vida, viviendo en una cabaña rodeado de animales, y por supuesto que practicando para tener ese bebé que tanto deseaban.

Los dos habían esperado el momento justo para estar bien mental y emocionalmente para darle la bienvenida a un nuevo Park Do, ahora era el momento.

Kyungsoo enredo sus piernas en las caderas del mayor, se froto contra este mientras el alto le llevaba a la cama matrimonial que compartían. Las prendas de ropa empezaron a sobrar, la temperatura aumentaba mientras los constantes jadeos, gemidos y súplicas se hacían una con las palabras de amor y murmullos de cariño.

—Oh... —, dijo Kyungsoo cuando el miembro erecto de Chanyeol se deslizó entre sus nalgas haciéndole sentir lleno — Mmmhg.... Así bebé...

—Joder —, soltó de repente Chanyeol acariciando el abultado abdomen de Kyungsoo, no por un bebé sino por la forma en la cual su miembro sobresalía —. Te ves hermoso lleno de mi pene.

—Entonces hazme el amor cada día mi amor, así me veré sumamente hermoso ante tus ojos para toda la vida.

Chanyeol sonrío, tomo la mano de su novio dejando besitos en sus nudillos mientras movía la cadera lentamente en su interior.

—No, no me entendiste. Tú siempre te ves hermoso... mmmhg... pero ahora te ves mucho más hermoso, tan mío que me fascina.

—Per...pervertido... ou... justo ahí...

Kyungsoo estiro sus brazos para ser abrazado por Chanyeol, el alto no se hizo de rogar. Juntos, con movimientos lentos, con los corazones aliviados y sus sentimientos curados se entregaron al fuerte amo que tenían, ya sin nadie que les mirara con odio, envidia o rencor. Solos los dos... cosa que pronto cambiaria. 

Atrapando al cuervo || ChanSoo [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora