Chiara.
—¿Matrimonio arreglado? ¿Me estás jodiendo?—Exclama molesto.
—Cálmate, Caleb.—Pido con hastío.
Cierra los ojos con fuerza, recuperando la compostura.
—De acuerdo, te escucho—Dice con los dientes apretados.
Rodeo el escritorio para sentarme en el, justo en frente de Caleb.
—El contrato es por un año, todo está escrito detalladamente, sin trampas ni cláusulas a medias, claro que ya pasaron seis meses desde que nos "casamos", así que nos quedan seis meses después de firmar.
—¿Crees que firmaré?—Pregunta con sorna.
—Lo harás, porque sino iremos a juicio porque no pienso seguir casada contigo como si nada—Lo miro amenazante.—Trato de hacer lo mejor para ambos, por el tiempo y la amistad que hay entre nuestras familias, pero si no aceptas no tendré otra opción que demandarte, y está demás decir que ganaré.
Se tensa, y veo como aprieta la mandíbula con fuerza.
—¿Qué obtengo yo de esto? Igual te puedes divorciar cuando quieras, no te voy a obligar a nada, Chiara, lo sabes.
—Lo sé—Acepto con confianza.—Pero vamos, no quieres un pleito con mi padre, menos un escándalo para tu empresa, y mucho menos para tu reputación, necesitamos tener todo bajo perfil, ¿y qué mejor que un año?
—Seis meses, ¿no recuerdas que escapaste como una cobarde?
—Claro que lo recuerdo—Sonrío con suficiencia, inclinándome para estar frente a frente.—Pero no me arrepiento, hice mucho en ese tiempo y ahora esto es lo que hay, tú decides.
Me levanto del escritorio, camino de nuevo a la caja fuerte, abro con cuidado y saco la pequeña caja que contiene ahí mi argolla de matrimonio, la coloco en mi dedo mirando a Caleb.
—¿Todavía lo tienes?—Pregunta asombrado, demasiado asombrado a decir verdad.
—Por supuesto, ¿Quién crees que soy?
—Suponiendo que acabas de darme un contrato...—Empieza su discurso barato, a lo que yo respondo:
—¿Cuál es tu problema? Seis meses más y nos divorciamos de manera pacifista por razones totalmente normales—Hablo de forma chillona, como una mujer dolida.
—Yo no tengo problema alguno, Chiara. ¿No lo tendrás tú?
—¿Y yo por qué tendría un problema?—Pregunto confundida.
—Por hacer un pacto con El Diablo.
El apodo me hace estremecer. Se levanta de la silla para quedar en frente mío, acercándose para susurrar en mi oído.
—Per fare patti con il diavolo, devi conoscerne le conseguenze—《Para hacer tratos con el diablo, debes que saber las consecuencias》
—Ricorda che ti ho dato quel nome, non ho bisogno di avvertimenti—《Recuerda que yo te di ese nombre, no necesito advertencia》Respondo enojada.
Sonríe con nostalgia, y mira al piso de mármol.
—Éramos unos niños cuando me llamaste así.
—Diavolo—Lo digo.
—Nadie lo dice mejor que tú—Dice mirando mis labios.—Firmaré.
—¿Lo harás?
—Lo haré.—Afirma tomando un bolígrafo del escritorio y estampando su firma en el contrato.
ESTÁS LEYENDO
Pacto Con El Diablo [+18]
Storie d'amoreLas Vegas siempre tuvo un magnetismo para atraer a las personas. La música, el baile, los juegos y... Las bodas. Chiara Lombardi, hija del Empresario Carlos Lombardi despierta en una lujosa habitación de hotel, acompañada por nada y nada menos que...