Removí mi cuerpo bajo las sábanas, acomodándome tras sentir la lluvia caer. Era invierno, y hacía frío, por lo que sentir las primeras gotas de la mañana no hizo más que aumentar mis deseos de quedarme en cama. Aquel anhelo se esfumó cuando llegó Pedro con una bandeja en sus manos y la dejó sobre la mesita de luz que estaba a mi lado; el aroma del café y las tostadas despertaron mi apetito después de haber estado enferma durante unos días.
—Eres un sol. —Le dije y me incorporé sobre la cama. Pedro se situó a mi lado, tomando su taza con café. —¿Qué hora es?
—Las 10.00 de la mañana. —Dijo tras mirar su celular y confirmar la hora. —¿Debes ir a cuidar a Lyla?
—Si, mi hermana me pidió el favor durante el día. ¿Tú qué harás? —Mastiqué el pedazo de tostada, saboreando el dulce de mora.
—Iré a hacer unos trámites, hay una cadena televisiva que me quiere entrevistar. —Tomó un sorbo de su café. —¿Te sientes bien? ¿Segura que puedes cuidar a Lyla? Puedo pedir un día más y no sé, quizás tu hermana pueda traer a la pequeña a casa...
—Tranquilo, Pedro. Me siento mejor. —Aseguré. No dudé en depositar un beso en sus labios como agradecimiento a su dedicación tras verme en mal estado.
Muy pocas veces me sentía tan indispuesta. Sin embargo, aquellos días donde tuve reunión con mis colegas tras el ascenso de uno de ellas, comencé a sentirme mal al día siguiente. Supuse que podría ser algún tipo de gripe, aunque no sintiera los dolores característicos de un resfrió. Luego pensé que podría ser el trago, pero nada me calzaba. Pedro estaba seguro que había sido algún tipo de virus pues, estábamos en invierno y los resfríos eran una condición que las personas ya empezaban a experimentar. Yo, no creía eso.
Ese día, me cercioré de tomar los medicamentos necesarios para evitar otra recaída. Pero al llegar a casa de mi hermana, las náuseas volvieron al sentir el olor de lo que parecía ser carne. Salí del baño y respiré hondo, comenzando a sentir los primeros efectos de un escalofrío que recorrió mi cuerpo, haciéndome temblar.
—No es por causarte miedo, sé que tú y Pedro no quieren tener hijos, pero... _____________, esto ya no es un simple resfrío. —Me dijo mi hermana, cuando me acerqué a la mesa de la cocina y me senté en una de las sillas cerca de la combustión. —¿No has pensado en que podrías estar embarazada?
Solté una risa.
—Imposible. Hace una semana me llegó el periodo. Debe ser un resfrío, o alguna gripe estomacal. —Expliqué. Más mi hermana negó, sonriendo. —Sabes que me molesta que te rías de mí.
—Me causa gracia saber que podría ser tía. —Volvió a reír. La fulminé con la mirada. —Vale, no te molesto más. Llegaré en dos horas, si te sientes mal, me llamas para decirle a Matthew que venga por la niña. —Me dijo. Tomó su bolso y antes de irse, depositó un beso tierno en la frente de su hija.
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Pedro Pascal - Joel Miller || One Shots
FanfictionPedro Pascal || Joel Miller here One Shots