𝐫𝐞𝐮𝐧𝐢𝐨𝐧

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─ Les dije que mejor era venir caminando.

─ No es mi culpa que el chófer sea una bestia al volante.

─ ¿Me veo bien?

─ ¡Mierda! ¡Se me arrugó la camisa!

─ Quiero vomitar.

Siendo el día que tanto esperaban, cierto grupo de jóvenes quedó en tomar un taxi juntos para llegar todos a tiempo; pero para su mala suerte, el camino no fue como esperaban.

El chófer fue por una ruta peculiar, con la pista llena de huecos que hacían al automóvil sacudirse. Y sin contar con la notable tardanza que llevaban, pues se perdieron unos minutos buscando la calle en donde iba a darse la reunión.

Sin embargo, tras una sacudida de estómagos y dolores de cabeza; Keita, Matthew, Gyuvin, Gunwook y Woongki lograron llegar al lugar que tanto esperaban.

─ Wow... ─Matthew quedó con la boca abierta al ver la fachada de donde se suponía era la reunión.

Por fuera se veía como una mansión. Era una casa gigante pintada de color blanco. Las columnas tenían luces doradas colgando, dándole un toque más elegante, y en la puerta se veían telas semitransparentes simulando cortinas.

Desde afuera se escuchaba la música a todo volumen y se podía ver un poco de lo que sucedía en el interior, cosa que llamó la atención de los cinco jóvenes desde el momento que bajaron del taxi.

─ ¿A esto le llaman "pequeña reunión"? ─preguntaba Gyuvin haciendo comillas con sus dedos.

─ Cosas de ricos.

─ Todo se ve muy elegante y yo aquí, humilde con mis zapatillas. ─automáticamente todos voltearon a ver a Keita, quien trataba de ocultar sus pies. No había recordado que era una fiesta de la familia Shen y se puso lo primero que vio.

─ Por favor, dime que por lo menos te cambiaste los calzones.

─ Obvio. ─respondió mirando a Gunwook.─ Me puse la tanga especial de los Power Rangers. Únicamente para eventos importantes.

─ Traes la facha.

─ Siempre.

─ ¿Podemos entrar? ─caminando hacia la entrada, Woongki le mostró su invitación al guardia en la puerta para ingresar, así tal cual le indicó Ricky.

Seguido de él entró Keita, Gunwook y Matthew, hasta que le tocó el turno a Gyuvin para mostrar su tarjeta. Sin embargo, después de revisar todos sus bolsillos y espacios posibles en donde pudo haber guardado el pedazo de papel, no encontró nada.

─ Carajo... ─se quejó mientras miraba lentamente a sus amigos en busca de ayuda.

─ Lo perdiste, ¿no es así?

─ Eso creo.

─ Capaz se te cayó en el taxi. ─dijo Matthew y Gyuvin trató de recordar la última vez lo vio.

Tan metido estaba en sus pensamientos que no notó cuando Ricky llegó y habló con el guardia, que le daba paso para ingresar al local. Sin pensarlo entró de una; y cuando ya estuvo dentro pudo respirar tranquilo.

─ No sé que pasó pero gracias. ─tomando las manos del rubio, Gyuvin comenzó a hacer reverencias que lo hacían reír. Algo extraño en él.

─ Woongki me avisó.

─ Es cierto. ─el mencionado habló, tomando un trago de la bandeja de uno de los meseros.─ No vine a perder el tiempo con cosas equis.

─ No lo perdamos más. ─tomando otro trago, Woongki caminó hacia el interior siendo seguido por los chicos.

Ya dentro, y después de un tiempo, los chicos estaban dispersos por todo el lugar. Gunwook desapareció del radar de sus amigos. El alto pelinegro conversaba en una esquina con unas chicas, coqueteando en medio.

Woongki seguía bebiendo mientras miraba la decoración, le gustaba el interior y trataba de visualizar cada detalle. Capaz podría hacer algo parecido en su cumpleaños. Al sentir una mano en su hombro, el castaño se sobresaltó botando el contenido de su copa.

─ Mi piña colada...

─ ¿Viste a Ricky? ─preguntaba Keita con la respiración agitada. Llevaba alrededor de diez minutos corriendo por el lugar buscando al rubio pero no llegaba a encontrarlo.

─ No, pero...veo a Gunwook coqueteando con esas chicas. ─con su dedo, Woongki señalaba hacia la esquina en donde su pelinegro amigo le hacía ojitos a las chicas que lo miraban fijamente.

─ Necesito encontrar a Ricky. ¿Me acompañas a buscarlo?

─ Vamos. ─siguendo los pasos de su japonés amigo, llegaron hacia el patio trasero del local.

Ellos sabían que si Ricky hacía una fiesta, iba a estar sacándose fotos para luego publicarlas en instragram.

Por sorpresa, lo que encontraron ahí fue totalmente distinto. Keita tuvo que tapar la boca de Woongki para evitar que este gritara con tal escena presenciada.

Junhyeon y Taerae estaban juntos, con las manos entrelazadas y con los labios rozando los ajenos. El ruido era casi nulo estando ahí afuera y la oscuridad de la noche inundaba el lugar. Tenían como única fuente de luz la gran luna brillante, que daba el toque especial al momento.

─ Juro que la voy a imprimir y pegar al lado de mi cama. ─Keita no soportó más y sacó su teléfono para capturar la escena en una linda foto.

─ Cállate. Nos pueden oír. ─escondidos tras un arbusto, el castaño intentaba silenciar al mayor, quien contemplaba la imagen en su móvil. Igual no se quejaba mucho, él estaba chillando por dentro.

─ Son muy lindos. ─decía Keita con las lágrimas a punto de salir.

─ ¿Keita? ¿Woongki?

─ ¡Ahh!

─ ¡¿Ricky?!

Tras escuchar la voz de quien buscaban minutos atrás, ambos jóvenes salieron corriendo hacia el interior, haciendo reír al rubio y dejando a la parejita sonrojada y confundida sin saber que sucedió.

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𝐘𝐎𝐔𝐓𝐇 ⩵ 𝐙𝐁𝟏 & 𝐛𝐨𝐲𝐬 𝐩𝐥𝐚𝐧𝐞𝐭Donde viven las historias. Descúbrelo ahora