Capitulo 3 - Búsqueda en la web

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-¿Te gustaron las flores?-

La doctora Artigas sonríe cortésmente. Se ve especialmente bien hoy: el cabello ligeramente planchado, el cuerpo envuelto en un vestido cruzado de satén, el escote modesto pero la tela y la longitud más corta son sexys.

-Eran hermosas. Mi recepcionista las llevó a casa y las puso en su sala de estar-

-Pero te los mandé a vos no a ella-

Su sonrisa se endurece pero permanece en su lugar. -Sea como fuere, ya discutimos que te comportaste de manera inapropiada conmigo…-

-Y dijiste que ibas a terminar nuestras sesiones- interviene. -Capaz no me importa eso. Capaz solo te quiero a vos.-

Su rostro cambia a una máscara neutra y levanta la barbilla. Está en modo médico.
-¿Y por qué me queres? No sabes nada de mí.-

-Sé que sos inteligente- responde. -Y gentil, más gentil que cualquier otra mujer que conozco. Tu voz tiene un sonido muy dulce.-

Su expresión permanece neutral, pero él observa el movimiento de su garganta mientras traga. Se levanta de su asiento y cruza la habitación hasta estar frente a ella. Lentamente, se inclina sobre la doctora, con las manos apoyadas a ambos lados de la silla. Se inclina, los labios a sólo un suspiro de distancia. Ella voltea la cabeza antes de que él pueda hacer contacto y se le escapa una risa suave. Se endereza y suspira. -¿Así que no queres besarme?-

-Creo que deberías irte-, sugiere. -Y volvé a la tarde. ¿Estás libre?-

-Sí. Esta bien-. Abre la boca para decir más, pero luego lo reconsidera, sacudiendo la cabeza mientras se aleja y se dirige hacia la puerta.

  -

Regresa, a última hora de la tarde, después salir del club, sin darse cuenta, lleva puesta un campera deportiva con el logo del Aston.

La tensión de antes se disipó en su mayoría y decide hacer las cosas bien, tomarse la sesión en serio. Y luego dice: -Hablame de tu última relación-

Emiliano se remueve en su asiento, repentinamente incapaz de encontrar una posición cómoda. -No hay mucho que decir. Estuvimos casados por seis años, hace unos meses salió el divorcio definitivo-

-¿Crees que ella no te quería?-

Se traga el nudo que amenaza con formarse en su garganta. -Bueno, ella se encamaba con otros, así que no quería exactamente estar cerca de mí-. Se encoge de hombros, los ojos se mueven hacia la librería en la pared del fondo. Todavía no la mira cuando admite, -A veces me pregunto si ella me volvió de esta manera. Porque yo a veces me pongo triste, durante largos períodos y no puedo explicarlo. Estaba pensando que tal vez estoy... ¿cuál es esa palabra?-

-¿Deprimido?-

-Si. Deprimido-

-Es posible que toda la situación haya aumentado tu probabilidad de experimentar depresión-, responde ella.

Deprimido. Deprimido. Deprimido.

-Mencionaste que tu matrimonio duró seis años, te gustaría contar un poco sobre la relación?-

-Nos conocimos en España, en un café. Yo me ponía muy tímido cuando la veía, ella pensó que estaba siendo un boludo, hasta que me armé de coraje y le pedí el número en una especie de cartita. Empezamos a salir y un tiempo después le pedí que fuera mi novia. Nada, el resto vino sólo, supongo. Convivimos y unos meses más tarde nos casamos- Él hace una mueca -Con mi trabajo viviamos bastante bien, teníamos una casa enorme. Ella quería tener hijos, pero yo todavía no me sentía ni me siento preparado para tenerlos. Pensó que yo era un pelotudo que no podía ser responsable de otra persona. Tenía razón, por supuesto, pero yo no merecía que me carga así. Una mañana encontré unos mensajes con un compañero de trabajo de ella, estaba pensando en qué excusa ponerme para irse un fin de semana juntos. Creo que me dio miedo confrontarla porque en el fondo tenía vergüenza de ser cornudo. Así fui dejando que pasen más tipos. Hasta que al último lo encontré en mi cama. Reaccioné muy mal. Terminó en el hospital. Mi viejo me culpó de que ella se fuera y me dejó de hablar-

-¿Él se enteró de las infidelidades?-

Él asiente. -Salió en la tele-

La Dra. Artigas intenta ocultar su sorpresa, pero no es lo suficientemente rápida. Él capta el cambio en su expresión antes de que pueda enmascararlo.

-¿Cómo era tu relación con tu viejo antes de casarte?-

La expresión de Emiliano se oscurece al pensar en su adolescencia. -Difícil. Siempre me comparó con Alejandro, mi hermano mas grande, del que te hablé la primera vez. Comparaba mi ropa o mi voz quebrada o las chicas que me gustaban. Me decía que no tenía madera para ser un universitario como él- Sacude la cabeza, riendo sin humor -Ni siquiera me gustaba el basquet e igual me inscribí en esa mierda para impresionarlo y renuncié al equipo una semana después, él decía que era un boludo de dos metros incluso para lo único que podría servir-.
No puede mirar a la doctora, sus ojos siguen fijos en el suelo. Aunque están ardiendo, las lágrimas amenazan con derramarse y odia esto. Odia que su papá todavía tenga tanto poder sobre él y sus emociones.

-¿Estabas triste cuando tu viejo se enteró de tu divorcio?-

-No-, responde con honestidad, su rostro ahora completamente neutral. -No sentí nada porque sabía que así iba a reaccionar-.


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Tan pronto como el último paciente de Dolores se va, ella se sienta en su escritorio y busca en Google 'Damian Martínez infidelidad-divorcio'. El primer resultado es un artículo de noticias sobre un arquero hace más de un año, Emi Martínez más conocido como 'Dibu'.

Las circunstancias de su divorcio son tratadas actualmente por una infidelidad por parte de ambos.

Frunce el ceño, vuelve a los resultados de búsqueda y hace clic en otro artículo. 'Dibu Martínez encontró a su mujer en la cama con otro hombre. Al parecer, Mandinha habría tenido otros amantes durante la relación' El artículo presenta una foto de Emiliano con la que se supone que es su ex esposa y otro hombre. De alguna manera, Dolores sabe que este es el hemano de él.

Ella hojea el artículo, haciendo una mueca ante los detalles. 'Se sospecha que también habría golpeado salvajemente al amante hasta dejarlo en terapia intensiva' Después de buscar un poco más, descubre que juega en el Aston Villa. De hecho, hay muchos artículos enumerando todas las derrotas y los errores que tuvo en su carrera futbolística.

Borra su historial de Internet antes de salir de su navegador y apagar su computadora.

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Al día siguiente, habla con su propio psiquiatra. Un colega en el campo, alguien con quien había asistido a la universidad y alguien en quien confiaba. Escucha pacientemente mientras ella le cuenta sobre su paciente. Ella no menciona su nombre o su profesión, ni siquiera las tonterías de actor secundario que él le da, pero le hace saber que es conocido.

-¿Le tenes miedo? ¿Temes por tu integridad física cuando estás cerca de él?-

-No- responde ella con firmeza. -Él puede ser… inapropiado conmigo. Pero no le tengo miedo, ni creo que me haga daño. Aún así, es extraño cómo me hace sentir. Me gusta-

-¿Cómo es inapropiado con vos?-

Se humedece los labios, descruza y vuelve a cruzar las piernas. No se siente del todo cómoda con esta pregunta y no sabe por qué. No tenía nada de qué avergonzarse.
-Él... coquetea conmigo-, responde ella. -Me manda flores, me dice que tiene sueños eróticos conmigo. No oculta su atracción por mí-

Ella no menciona la vez que trató de besarla. Él había estado tan cerca, esos intensos ojos negros clavados en ella, su costosa colonia inundándola.

-Dolores- dice su psiquiatra, y su expresión es escrutadora. -Vos te sentis atraída por él?-

-No- miente.


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Cap 3💜💜 espero q les guste.

Subite hermana vamos al psiquiatra💋

《La Doctora || Dibu Martinez》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora