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Único

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Jimin caminaba por las calles frías de aquella ciudad, sus pies se arrastraban, al igual que aquella alas negras completamente invisibles para el ojo humano, pero que siempre llevaba de peso en su espalda, su rostro empapado en lágrimas que lo hacían tornarse completamente rojo y algo hinchado, a ese punto de la noche, no le importaba realmente como lucía ni quién lo viese en ese estado.

Había llegado al punto más bajo, su última preocupación era como se veía o que pasaría con él, incluso consideraba que el desaparecer de aquel mundo era lo mejor que podía pasarle, morir era su único consuelo.

Un ángel del amor muriendo de amor, sonaba bastante irónico si se lo preguntaban.

Pero Jimin había cometido el error más grande que un ángel podía cometer.

Enamorarse de un humano.

Enamorarse de Kim Taehyung.

***

"¿Me prometes que estaremos juntos por siempre, Jiminnie?"

"Te lo prometo, TaeTae"

***

La mirada de Jimin se elevó cuando pequeñas gotas comenzaban a caer en su nuca, indicándole el comienzo de la lluvia, que si bien, no era fuerte, era lo suficientemente fría para que algunas personas buscaran resguardo debajo de pequeños techos de algunos negocios.

Pero no Jimin, no le importaba en lo más mínimo si llegaba a casa empapado, si sus alas ahora pesarían aún más debido a la humedad en estas, nada de eso era relevante.

Su mirada pudo divisar parejas que aún con las condiciones del clima, se mantenían en las calles, admirando la lluvia, dando un paseo, abrazándose para darse calor debido a las bajas temperaturas.

Y aquello solo hizo doler más el corazón de Jimin.

Con lentitud, buscó en su bolso estilo bandolera, metiendo levemente su mano para evitar pincharse, tentando con sus dedos aquellos pequeños artefactos que descansaban en el interior de esta.

Aquellas flechas que habían arruinado su vida desde el primer momento.

Aquellas flechas, que alguna vez usó en Taehyung.

Sin saber que algún día tendría que dejarlo ir.

***

"¿Pero por qué tienes que irte, Jimin? ¿A dónde debes irte? ¡No puedes irte, te amo!"

"Y yo te amo a ti, TaeTae, pero mi misión aquí terminó"

***

"Te enamoraste de él, ¿no es así?"

"Lo es, padre, lo amo con locura"

"Vete de aquí, no tendré un hijo impuro"

***

Y así, regresamos al presente, a Jimin en su vida como un ángel desterrado, que por el capricho de enamorarse de un humano, había perdido todo lo que conocía.

Ahora estaba condenado a sufrir en la tierra, sin saber de Taehyung, sin estar seguro si este siquiera lo recordaría después de tantos años. Sin tener un lugar al cuál realmente pertenecer.