Por los pasillos de la Corporación se podía oír la desafinada melodía de un muchacho enamorado. Dentro de una de las tantas habitaciones, tan espaciosa que podría ser un departamento, se encontraba el joven heredero saiyajin, tarareando pacíficamente una canción de amor cuya letra no conocía, mientras ataba su corbata frente al gran espejo en su vestidor.
−Creo que exageraste un poco− una voz chillona lo sacó de su ensueño. Era su hermanita, Bulla, invitándose sola a entrar, como es costumbre de la princesa de la casa. Sin decir más le estiró los brazos para que la alzara.
Se dio la vuelta para dirigirse a ella, y cuando la tomó en brazos volvió frente al espejo.
− ¿A qué te refieres?
−Van a ir al cine, ¿Quién va al cine de traje?
−También iremos a cenar más tarde - se excusó. Tenía confianza en su atuendo de elección: un traje de tres piezas de azul oscuro, y corbata que combinaba. Pero la mirada desaprobadora de su hermanita lo estaba haciendo dudar. A pesar de estar en sus brazos lo miraba de arriba abajo con una ceja alzada.
−Con Mai elegimos algo un poco más casual, deberías hacer lo mismo.
−Ah, viniste a asegurarte que no te estropee el estilo− rió.
Con un fruncido de ceño idéntico al de su padre, la pequeña princesa se bajó de sus brazos y se dirigió hacia la puerta, manos en la cintura, como a su madre le gusta hacer cuando se enfada.
−Sólo quiero que todo salga perfecto. Eres un desagradecido, sólo intentaba ayudarte - como esperaba, antes de salir por la puerta se volteó hacia él −. Por lo menos quítate la corbata.
Se acercó a ella, se arrodilló en frente y la tomó de las manos, como estaba acostumbrado a hacer cuando ella de enojaba. Su hermanita sin duda había heredado el mal carácter de su padre, y no ayudaba que tanto éste como todos en la casa le seguían el juego y consentían sus caprichos y berrinches. Difícil no hacerlo, cuando te miraba con esos ojitos y ese puchero. Le secó las lágrimas que sabía perfectamente que eran falsas y se disculpó:
−Lo sé, lo siento. Sé que sólo quieres ayudarme y te lo agradezco. Ven, ayúdame a arreglarme, antes de que se haga tarde.
Le hizo caso y descartó la corbata, dejó que sus manitas acomodaran su cabello y se cambió de zapatos. También la dejó escoger un perfume. Bulla era metiche por edad y naturaleza, ya estaba acostumbrado, mientras no interfiera mucho en sus planes, no tenía problema en dejarla opinar. A veces hasta tenía razón.
Pero Bulla estaba especialmente interesa en meterse en el asunto de su cita con Mai. Aún no estaba seguro quién se lo contó, sabía que Mai jugaba con ella en su tiempo libre y tomaban el té juntas, pero dudaba que haya sido ella, pues le apenaba mucho hablar de esos temas; sea quién sea que se lo haya dicho, Bulla lo recibió hace unos días luego de la escuela, demandando todos los detalles, chillando de la emoción y casi dañando sus oídos de por vida. Le dio los detalles básicos: antes de salvar la noche en el baile escolar, le pidió a Mai salir con él en una cita y ella accedió. Sus respuestas parecieron no conformar a la princesa que lo empujó del camino y corrió hacia Mai para exigir más respuestas y la promesa de que la dejara ayudarla a prepararse para su cita.
La emoción y el apoyo que su hermanita tenía para su relación con Mai era adorable, sabía (por que se había dicho ella misma) que su mayor razón era él hecho de que si ellos algún día llegaran a casarse, Mai se convertiría en su hermana y estaría para siempre en sus vidas. Le explicó amablemente que no siempre las parejas llegaban tan lejos y que aún era muy pronto para suponer aquello de ellos dos; ella, sin embargo, le recordó que una versión de ellos ya estaba casada y hasta iban por el segundo bebé, estaban destinados a ser. A pesar de que la idea le llenaba el estómago de mariposas, el que él y Mai estén destinados, sabía que no debía ilusionarse aún ni hacer suposiciones; simplemente no presionó más el asunto.
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Sólo tú y yo... y los demás [TRUMAI]
FanfictionSituado después del capítulo 90 de Dragon Ball Super (Manga): Mai cumple su promesa de salir con Trunks. Éste, que se encuentra exaltado por el hecho de que su gran amor por fin le haya dado una oportunidad, se dispone a darle la mejor primer cita y...