9~No Se Puede Esperar Nada

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Karen

Pasan lo que creo que son dos horas.

No lo sé seguro, porque aquí no he visto relojes que me indiquen el tiempo.

Mi única medida del tiempo es el movimiento del sol.

Miro la ventana cerrada está atardeciendo con un naranja y un amarillo increíbles.

Salgo de la habitación y aprovecho el silencio de la casa que indica que no hay nadie, para investigar el lugar para poder hallar mi paradero, pero me encuentro con Selky sentado en la mesa como si me hubiese estado esperando.

Cuando me ve se levanta y vuela a mi alrededor.

-¿Dónde ibas? -me preguntó.

-A la cocina, tengo hambre-mentí.

Selky no parece muy convencido de mi mentira, pero igualmente va a la cocina.

Inspecciono el comedor sin encontrar nada interesante, mientras él está en la cocina.

Solo tiene una decoración simple, antigua y sin personalidad.

Cuando vuelve, Selky trae una bandeja con tostadas, queso, galletitas, leche y otros aperitivos.

-¿Cómo puedes con eso?-me preocupo -pásamelo.

-Tranquila los dragones, somos muy fuertes-dijo dando otra vuelta con la bandeja.

Al ya haber dejado la bandeja en la mesa se sentó al lado mío.

¿Por qué me tienen aquí?, sigo sin entenderlo si yo no les sirvo de nada.

«De algo le tienes si no no estarías aquí»

Así que sin más miramientos le pregunte a Selky:

-¿Por qué me trajo aquí?-no hace falta que mencione su nombre, sabe de quién estoy hablando.

El dragón se atragantó ante mi pregunta con algo extraño que no había visto antes.

- Porque debes estar aquí-contestó mirándome a los ojos.

Como si quisiese que lo supiese por mí misma.

-¿Por qué debo estar aquí?-pregunté de todas formas.

-Para estar a salvo tú y Moonbright.

-¿Por qué estaría en peligro? -pregunté con miedo a la respuesta.

-Porque... -se queda callado al percibir un silbido potente que le llama.

<<-Lo siento, me tengo que ir -se marchó volando rápidamente.

Mire en la dirección donde se ha ido y no ví a nadie.

Sí, yo estaba en peligro en casa, eso significa que mis hermanos lo están.

Voy corriendo hacia la puerta, pero no cede, pruebo con mi horquilla secreta, pero no funciona, la empujo y sigue sin abrirse.

Me acerco caminado rápido por el pasillo por el estrecho que le continuaba.

Era el típico pasillo donde las familias aprovechaban para poner sus fotos.

Pero en este no había fotografías, ni ningún destello de hogar. Como si este lugar solo consistiera en un sitio donde poder dormir.

Había muchas puertas en el pasillo, pero yo me dirigí hacia la del final por el brillo que me atraía del pomo y porque me daba la sensación de que ahí había una manera de huir.

Giré el pomo y la puerta estaba cerrada.

Me saqué otra vez horquilla que llevaba en el pelo para emergencias.

Cuando abrí la puerta me tope con una especie de despacho.

El despacho tenía forma de rectángulo con estanterías llenas de libros en la mayor parte de las paredes. También tiene un escritorio de roble completamente despejado, tan vacío que no tenía ni siquiera un ordenador.

Me agachó poniéndome en suelo para buscar pistas.

Debajo del escritorio encuentro dos cajones ocultos. Intento abrirlos pero no ceden. Pruebo con la horquilla pero tampoco.

Reviso otra vez el lugar y encuentro un cuadro que no había visto antes.

Es un hombre mayor con barba grisácea, junto a su pelo hecho en un moño. Sus facciones serias pero maduras. Con ojos heterocrómicos, uno es amarillo y el otro es gris.

Me acerqué al cuadro, le di la vuelta y encontré algo pegado detrás.

Palpe lo que había y lo desapegué.
Era una llave.

La probé en cajón y oí su clic.

Cuando lo iba a abrir escuché pasos acercándose y me escondí debajo del escritorio.

Se oyeron dos voces que desde la distancia no reconocía.

-... Se tiene marchar que marchar. Ya no es seguro-decía una que me resultaba conocida.

-No puede irse faltan 40 días para la luna de Caeryan-decía la otra.

- ... Más razón todavía, para que se vaya no está preparada.

-Pues preparara.

-No es tan sencillo.

-Tú eres capaz y además... -se interrumpió la voz que no me era conocida.

Me dio una fuerte punzada en la cabeza mientras oía el chirrido de la puerta abriéndose.

Se quedaron más silencio que ni siquiera escuchaba sus respiraciones, solo se percibían sus pasos.

Me doblé las piernas y las pegué a mi pecho.

Pensando si no me muevo, no me ven.

«No hagas ruido»

No me había dado cuenta -pensé irónicamente.

Solté un suspiro de alivio cuando escuché que se volvía a abrir la puerta.

Rápidamente, me tapé la boca, pero fue demasiado tarde.

El chico de la estación de tren apareció a mi vista y me agarró. Me cogió con sus manos debajo de las rodillas y la espalda, para levantarme.

-¿Qué haces aquí? -preguntó él con una sonrisita de suficiencia.

No le respondí, me quedé callada mirándole con una mirada de desprecio.

Mire a su acompañante y era Kollin.

Me quedé atónita.

¿Qué pasaba mierda pasa en este lugar?

«Pues que al parecer tienen una manía por secuestrarte»

-Bueno da igual, nos vamos de Ekaia-dijo sin más la misteriosa persona.

☾︎☀︎︎☽︎

Hola

¿Qué tal?

¿Qué os ha parecido el capítulo?

¿Quién será el chico del tren?

¿Alguna teoría?

Sé que el capítulo estaba más corto de lo normal y es que esta semana se me ha pasado el tiempo volando.

Bueno, hasta el próximo capítulo.

Publicado 7/04/23

Bye

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⏰ Última actualización: Jun 05 ⏰

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Evig kaerlighed (Por siempre, Amor) BorradorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora