LA FLOR MAS BONITA DE MI JARDÍN 🥀

capitulo 2: sentimientos e ilusiones

El día llegó como siempre, levantandose temprano, cocinando algo de comer, tomando un baño, arreglando sus cosas con la diferencia de que está vez iba con más ánimo de lo habitual

Fue una muy agradable sorpresa saber que su jefe no estaba siendo tan malo con el estás semanas que a estado trabajando para el a diferencia de como había sido las otras familias con las que había trabajado. Vaya que tenía tantas anécdotas con ser humillado o rebajado pero el dinero movía más que su orgullo así que aceptaba cada castigo. Eso sí, su trabajo era digno de adornar aquellos finos jardines, Amaba cada creación que le dedicaba a esas casa...

—tsk si no fuera por esa mujer– dijo a regañadientes el moreno recordando a la mujer de su antiguo jefe —pude a ver terminado ese jardín, ahh~ que pena solo me faltaban unas flores y rebajar el pasto del fondo.... Seguro esa anciana ya habrá arruinado mi obra de arte metiendo flores que no eran parte de mi plan-

Así continuo recordando durante todo su trayecto desde su casa, durante el camión, caminado en la calle y por fin llegando a la puerta de la casa de su actual jefe

—demonios cuando fue la última vez que pedí un aumento... ¿Si quiera pedí uno? Por qué jamás se me ocurrió– dijo en voz alta apretando el timbre y no pasó ni un segundo cuando fue abierto repentinamente

— pues si me lo pides no dudaré en dártelo – dijo el joven con una leve sonrisa

—¿¡señ-!? Quiero decir t-toledo .... ¿Cuánto llevaba detrás de esa puerta?

—no mucho, justo iba a salir a comprar algo pero llegó usted y no pude evitar escucharlo

El moreno se ruborizo y apretó su caja de herramientas avergonzado

—mil disculpas! Encerio que no quería que-

—shhh basta no digas más escusas, no es nada de por qué asustarse, aún que es algo curioso que nunca hayas pedido un aumento, tan malo era tu trabajo?

—¡no cómo cree! Al contrario era el mejor del vecindario incluso mis jefes se volvían la envidia de los vecinos hasta me recomendaban con su gente

—y entonces ¿por qué estabas buscando trabajo en la calle aquella vez?– dijo cruzandose de brazos recargado en la puerta con una sonrisa que podría decirse algo burlona

—ahhh si eso... Digamos que... Se acabaron las personas a la que recomendar.... Si...– una pobre escusa que aún así convenció al joven chileno que soltó una tenue risa a cambio

—si supongo que tiene sentido, bien puedes pasar ya sabes el área de trabajo yo volveré en unos minutos

—¿e-eh, Me dejara la casa sola?

—claro que tiene de malo?

—¿esta seguro?

—¿no deberia?– se noto curioso por la ingenuidad del mexicano al dejarlo a cargo

—no no no, no es eso, solo que es la primera vez que me dejan solo

—le tienes miedo a la soledad

—¡CLARO QUE NO!

—jeje... Está bien, yo también pero solo será unos minutos, aguanta– mientras le dió paso al mexicano y el salía

—no es solo eso ... Dios ...– solo pudo decir al aire ya que el chileno ya se habia alejado lo suficiente para no escucharlo

Pronto el mexicano estaba camino al jardín mirando un poco la sala después la cocina, parecía que desde que le preparo al chileno algo de comer se a visto más animado en tratar de cocinar su propia cena