Strangers +18 - Pedri González

The heart

No volví a ver a nadie, Frenkie le dio la camiseta ya limpia a Pedri, porque yo no me atrevía a verle de nuevo.

Hasta que esa mañana Sira me llamó y me ilusioné muchísimo cuando me dijo de ir por la noche a celebrar su cumpleaños con algunas de sus amigas más cercanas.

No tenía ni idea de como llegar hasta ahí, por más que intentaba entender los trenes y todo, me hacía un lío y acababa perdida, así que esa noche mis dedos teclearon solos el teléfono de Pedri.

Cuando contestó a los cuatro tonos, me arrepentí de inmediato, no habíamos hablado desde lo que había pasado en mi habitación.

Y yo no había dejado de pensar en eso.

- ¿Maddy? -preguntó al ver que yo no decía nada.

- Hola, me preguntaba si me podrías llevar a una discoteca, he quedado con Sira y no sé llegar. -admití muy a mi pesar.

- ¿Ahora? -preguntó y escuché algo de ruido detrás.

Era un maldito sábado por la noche y yo le estaba llamando.

- ¿Pedri? ¿quién es? -la voz de una chica a su lado me hizo tensarme.

- No te preocupes. -y colgué.

No quise explicaciones, no las necesitaba.

No éramos nada.

No le quería.

Y él a mi tampoco.

No volvió a llamarme.

Y yo apagué mi teléfeno.

Bajé las escaleras ya lista, ahora sin ninguna gana de ir a ningún lado y me encontré por suerte a mi hermana.

- Mikky, ¿me puedes acercar a la discoteca? Sira y las chicas me esperan y llegaré tardísimo. -pregunté.

- Claro, Madds, vamos, luego tengo cena con Frenkie, así que supongo que también llegaremos tarde. -se levantó del sofá y no dudó en acompañarme.

Hablamos todo el camino de cosas triviales como siempre.

No mencioné lo de Pedri y evité el tema a toda costa.

Me despedí de ella al llegar y entré en la discoteca, donde Sira me había dicho que estarían.

No tardé en verla en uno de los reservados, con otras tres chicas.

- ¡Maddy! -gritó ilusionada al verme, me abrazó y yo le devolví el abrazo sin dudarlo.

- Siento haber llegado tarde. -le sonreí.

- Ven, ellas son Blanca, Lia y Paula. señaló a las chicas y yo les sonreí.

- Es bueno tener a una más, no dudes en acudir a nosotras, sabemos que eres nueva. -me sonrió Lia.

- Gracias. -le sonreí también.

Y no tardamos en llevarnos más que bien entre todas.

Bebimos sin parar.

Hasta un punto que perdimos a todas las chicas y solo quedamos Sira y yo bailando  en medio de la pista, pegadas la una a la otra, riendo a carcajadas.

Estábamos exhaustas y decidimos ir a la barra a pedir otra copa.

- ¿Cómo va todo con Pedri? Ferran me ha contado que os lleváis algo entre manos. -comentó.

- No tenemos nada, es más, hoy él estaba con una chica. -bebí un sorbo.

- ¿Te gusta? vi como le mirabas. -contestó.