El Pequeño (Gran) Crush de Kageyama {Kagehina Omegaverse}

"Blonde Berry"

Rubio.
A Hinata Shoyo le gustaban rubios.

Kageyama estaba parado en una farmacia, llevaba veinte minutos debatiendo internamente si comprar ese tinte rubio que tenía frente a él.

-Disculpe, ¿Va a comprar eso?- preguntó una mujer de mediana edad cuando vió que Kageyama no se movía en lo absoluto, el mencionado negó e hizo una reverencia a modo de disculpa.

¡No iba a pintarse el pelo por Shoyo!

Pero ahí estaba, sentado dando la espalda a su hermana, Miwa, mientras la chica leía las indicaciones en la caja del tinte rubio.

-Primero hay que decolorar tu cabello. ¿Estás seguro?- Le preguntó Miwa, sacando las cosas para pintar el pelo de su hermano. Tobio estaba temblando pero asintió.
-¿Mis papás te dieron permiso?- Preguntó nuevamente, Kageyama no respondió.
-Bueno. Primero voy a decolorar solo un mechón, si te quema, me dices y lo lavo.-
-¿Para qué vas a decolorar solo un pedazo?- Preguntó Tobio, moviendo un poco la cabeza. Miwa frunció el ceño.
-¡Para ver que no se derrita tu pelo por la cantidad de peróxido!-
-¿Pexórido?-

Cabello completamente rubio en la mano de Miwa. El peróxido no era de más de quince volúmenes y había deshecho el mechón de cabello, dejándolo como una plasta rubia.
-No voy a pintarte el pelo.-
-No, gracias.-
Ahora no solo había fallado en su intento de gustarle un poco más a Shoyo, también tenía un hueco en la cabeza.

¡Qué difícil es entrar en el estándar de Shoyo!

-A todo esto, ¿Por qué quieres decolorarte el cabello? Tienes un pelo muy bonito.- Le dijo su hermana, emparejando un poco con tijeras el hueco en la cabellera de su hermano.
-Para gustarle a alguien...- Susurró. Era muy orgulloso para admitirlo. Miwa soltó un fuerte suspiro.
-¡Te gusta alguien! ¡Dime, ¿Quién es? ¿Lo conocemos? ¿Va al Karasuno? ¿También juega Volley?!- Soltó las preguntas Miwa mientras giraba el cuerpo de Kageyama para verlo de frente.
Kageyama se puso rojo hasta las orejas de la vergüenza.

¡No lo podía decir a su hermana que, el chico que le gustaba era ese Omega pelirrojo y alegre que la había encantado desde la primera vez que se conocieron!

Apretó la boca negándose a responder. Miwa ahora solo estaba más emocionada.
-¡Entonces sí lo conozco! A ver... No haz traído a nadie a casa y solo he hablado con dos de tus compañeros de equipo... Y Daichi-San es demasiado maduro y recto para poder ser el que te gusta... ¡Es ese Omega de pelo naranja esponjoso! ¿Cierto?- Miwa predijo, el menor se sonrojó por lo que adivinó su hermana.

Miwa sonrió con superioridad por haber adivinado.

-Yo pensé que se gustaban mutuamente...- Dijo Miwa, sacudió sus rodillas (principalmente para quitar el pelo de su hermano) Kageyama solo agachó la cabeza.
-No... A Hinata no le gustan como yo...- Dijo. Su hermana lo vió y lo abrazó superficialmente.
-¿Sabes que el "tipo ideal" solo es una preferencia? Puede cambiar cuando conocen al indicado.- Le respondió, se alejó de Tobio y empezó a guardar todo lo que usaron.
-¿Y si lo cortejas?-

¡Cortejarlo! ¿Cómo lo había olvidado? Debía demostrarle a Shoyo que era el mejor para él.

Pero... ¿Cómo se corteja a un Omega?

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Kageyama había llegado con tres flores para Shoyo.
Su hermana le había explicado que significa cada color en el lenguaje de las flores.
Por eso, llegó apenas las puertas de Karasuno se abrieron y se adentró lo más rápido que pudo. Puso la flor blanca en su zapatos.
"Inocencia y secretos... Es un secreto que me gusta ese idiota."

Se apresuró al salón de Hinata y en su escritorio dejó una flor amarilla.
"Amistad y amor platónico."

Y en cuanto pudo salió directo al gimnasio y dejó otra flor, una color coral, cerca de los balones. A Shoyo le tocaba ese día sacarlos.
"Pasión y deseo... Con este va a quedar claro que quieres cortejarlo." Se dijo a sí mismo.

Cuando Shoyo llegó al gimnasio, Kageyama se veía evidentemente ansioso. Cuando tomó la flor coral y la acercó a su nariz para olerla, su corazón saltó de emoción.
-¡Oye, Kageyama! ¿Viste quién dejó esto aquí?- Le dijo acercándose con la flor en su mano.
"¡Sí, fuí yo, idiota!" Quiso responderle pero solo negó.
-Ya veo... Es una flor muy bonita.- Acarició los pétalos con sus dedos mientras sonreía. Tobio se sonrojó completamente al ver es expresión agradecida en el rostro del mayor.

Por inercia, puso su mano en la cabeza de Hinata, que levantó la mirada solo para verlo. Ambas miradas se encontraron. Tobio empezó a sudar frío por el nerviosismo.

-C-Creo que te están cortejando.- Empezó a decirlo con un tono de voz normal que fue bajando poco a poco. Hinata abrió los ojos.
-Ah...- Sintió sus mejillas pintarse de rosa. Ya no dijo más nada por unos minutos y después se alejó de Kageyama.
-¡Voy a guardar esta flor como el primer cortejo que recibí! Kageyama, si sabes quién fué y te pidió que no me dijeras, dile que muchas gracias de mi parte.- Le dijo con una sonrisa, Hinata salió del gimnasio para dejar la flor en su maleta.

Kageyama sonrió mientras se sonrojaba un poco.

-Denada.-

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Ojos claros. Kageyama tenía los ojos azules ya pero eran muy oscuros para su gusto.

-¿Qué son los ojos claros?- Está a viendo su rostro en el espejo del baño.
¿Azules? ¿Verdes? ¿Ámbar? ¿Grises?
¿¡Qué quiere decir con ojos claros!?

-¡Tobio, apúrate, ya está la cena!- había gritado su madre, el mencionado le respondió con un "¡Sí!" Fuerte y claro. Bajó después de ponerse una playera cómoda y se sentó junto a su hermana mientras su cabello negro goteaba un poco.

Miwa le susurró mientras él masticaba su arroz.
-Oye, ¿Si le diste sus flores a Hinata-Chan?- Le preguntó, Kageyama se empezó a ahogar.
-¡Miwa! ¿Qué le haces a tu hermano?- Le preguntó la señora Kageyama. El padre de ambos le extendió un vaso con agua a Tobio. El Omega empezó a golpear la espalda de su hijo para que respirara.
-¡Nada! Solo le pregunté por un Ome-
Tobio le tapó la boca a Miwa en cuanto empezó a hablar sobre el chico que le gustaba. La mujer Alfa abrió los ojos cuando escuchó que a su hijo le gustaba un Omega.

Por un momento pensó que no vería nietos de parte de Tobio, que parecía enamorado del deporte antes que de un ser humano.

-¡Un Omega! ¡Tobio, ¿Te gusta alguien?! Es el Omega pequeño y de olor a naranja, ¿Verdad? - Preguntó la mujer, el mencionado fulminó con la mirada a su hermana.

¡Aún no quería que se enterara nadie! ¡Pero parece que todos se daban cuenta más rápido de lo que él mismo lo supo!

Kageyama Tobio estaba completamente rojo mientras su madre y hermana hablaban acerca del buen partido que era Shoyo para Tobio.
Su padre solo se reía en silencio al ver cómo su hijo estaba haciendo un esfuerzo sobre humano para no hacer caso a las preguntas de cuando se iba a confesar y que si sabía que darle a Shoyo para cortejarlo bien.

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Shoyo había recibido un mensaje de un número desconocido.
¡Hola! Sé que no me conoces, pero me llamo Miyamura Hideki, te he visto algunas veces en la escuela y le pedí a un amigo de un amigo de un amigo tu número.
¡Creo que eres un Omega muy bonito! :}

-Un amigo de un amigo... ¡Ah! ¡Él debe haberle pedido a un amigo de Kageyama que le pidiera a Kageyama que le diera mi número! Tal vez es el Alfa que me quiere cortejar.- Dijo con una sonrisa antes de contestarle a Hideaki.

Pasaron toda la noche hablando.

¡Y cuándo le mandó una foto de él antes de dormir, Shoyo quedó flechado!

Era un guapo Alfa de cabello castaño claro y ojos verdes, con pecas en su cara y el cabello ondulado con una coqueta sonrisa.

¡Casi se desmaya al ver que tenía un balón de Volleyball y uno de Básquetbol junto a su cama!

Hinata Shoyo se había ganado la lotería.
¿O no sería mejor Miyamura Shoyo?