Khristeen
Despierto abruptamente al sentir los cálidos rayos del sol estamparse en mi cara, lo que me obliga a despertar de golpe. Al abrir los ojos, me doy cuenta de que ya es de día y me encuentro desnuda, envuelta en sábanas revueltas. Aunque la luz del sol ilumina la habitación, decido ignorar el paso del tiempo y mis responsabilidades, ya que en ese momento no estoy segura de cuáles son.
Rodando hacia un costado, entierro mi cabeza bajo la almohada, tratando de evadir la realidad. Sin embargo, al hacerlo, un dolor punzante estalla en mi entrepierna, recordándome de la intensidad de la noche anterior. Mi cuerpo se siente adolorido en lugares que nunca antes habían experimentado tal sensación.
Dios mío, ¿era posible llegar a tal punto de agotamiento por la actividad sexual?
Aun siento un cosquilleo en mi vientre, como si Alexander aún estuviera dentro de mí, como si su presencia y sus embestidas salvajes continuaran castigándome y recompensándome al mismo tiempo.
Aunque mi cuerpo está agotado, siento un cosquilleo en el vientre, como si Alexander aún estuviera dentro de mí, como si su presencia siguiera penetrándome con una fuerza salvaje. Es una sensación agridulce, castigadora y gratificante al mismo tiempo.
Me muerdo el labio, tratando de reunir el coraje necesario para levantarme de la cama. Me dirijo al espejo y veo los estragos de la noche anterior: mis senos, mi cuello y la parte baja de mi abdomen están cubiertos de chupetones, como si alguien hubiera dejado su marca de posesión en mí.
Decido tomar una ducha para refrescarme y limpiar mi cuerpo. Luego, aplico base de maquillaje para disimular las marcas y me visto rápidamente, con la intención de llegar al desayuno.
Caminé hacia el comedor, donde todos estaban sentados, pero noté la presencia de dos personas desconocidas. Una mujer rubia de aspecto elegante y un hombre de cabello negro que parecía tener una presencia imponente.
—Buenos días —saludo al entrar.
Alexander asiente y me indica que me siente a su derecha. Observo a las dos personas desconocidas mientras me acomodo en mi lugar.
—Permíteme presentarte a Maxim Ivanov y su hermana, Mariya —dice Alexander, señalando a las dos personas desconocidas.
Mi corazón dio un vuelco al escuchar el apellido Ivanov.
No podía ser una coincidencia.
No puedo evitar que mi mente viaje al pasado, a ese día que aún está grabado en mis recuerdos.
—Este es Igor Ivanov —mi mamá me presenta al hombre de ojos azules, con una sonrisa en su rostro.
—Hola, soy Teenie —me presento, sintiendo una extraña conexión con este hombre de aspecto enigmático.
Igor me mira con sus ojos azules.
—Mucho gusto, принцесса —dice, utilizando la palabra "princesa" en su idioma natal.
Una sonrisa se dibuja en mi rostro al escuchar sus palabras.
—Hablas igual que mi abuela.
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Fear to love [+18]
AcakAlexander Nikolaev, un capo cruel y despiadado de la Cosa Nostra, se ve obligado a casarse y asegurar su legado. Khristeen Ferrera, nacida en una poderosa familia de la mafia en Chicago, es seleccionada para convertirse en su esposa y así evitar una...