Human Swords [One Piece]

Kikoku [Law]

De todas las armas del mundo, sólo el diez por ciento de ellas podía transformarse en humanos. Normalmente las espadas era más frecuente este extraño fenómeno y no todos tienen la suerte de esto. En pocos casos, ciertos objetos también son parecientes de este extraño fenómeno.

Muy pocos de ellos son capaces de sincronizarse con su humano, volviéndose de un mismo corazón como si hicieran un pacto. Las personas y armas que logran eso son capaces de utilizar las habilidades de sus amos, esto incluye a los usuarios de fruta.

Algunos piensan que es obra de alguna fruta del diablo, otros que es obra de dios, pero la realidad es que todos pueden hacerlo, todos aquellos con noble corazón que no piensen que sus armas son simples objetos. Además, también se piensa que las armas tienen conciencia y deciden quienes serán sus dueños hasta que éstos fallezcan.

Kikoku era un buen ejemplo de esto; katana de Law.

Law piensa en Kikoku como alguien muy apreciado para él. Siempre le ayudó a tomar decisiones y guiar, además de servirle lealmente como capitán y arma desde el primer segundo. Nunca causó ningún desorden ni contradijo sus decisiones.

Casi nunca utiliza a Kikoku para atacar, suele combinarla con sus habilidades dado que no le agrada la idea de ver sangre en su preciada amiga incluso si ésta no se ha quejado en ningún momento sobre eso.

Kikoku portaba un cabello morado que llegaba hasta sus pantorrillas. En su frente, en el medio de su pecho y hombros había unas visibles cruces blancas. Sus ojos eran de un tono ámbar y su rostro siempre portaba una expresión juguetona.

Sus ropas parecen una especie de Kimono de un color verde oscuro tirando a negro, con apertura por las caderas. Sus mangas son anchas; no permiten la vista de sus manos. En su cintura porta una cuerda enrollada y fijamente atada, de color rojizo.

A Kikoku no se le podía ordenar nada, sólo y únicamente Law. Si le pides algo si quiere hacerlo lo hará, si no simplemente te ignorara. Ella normalmente está cerca de su amo puesto que en cualquier momento es buen momento para ser atacados, pero también le gusta estar por la cubierta—pese que muchas veces están sumergidos—. No es muy común pero no es demasiado raro verla en su forma humana.

La tripulación suele saludarla y tratarla con mucho respeto, gracias a eso muchas veces se refiere a ella como "Kikoku-san". Sólo los primeros oficiales de Law suelen no utilizar honoríficos hacia ella, pero se sienten extraños así que suelen hacerlo.

—Law. —tocó la puerta y luego entró sin algún tipo de orden, topándose con un Trafalgar sin camiseta y leyendo un libro acostado en su cama.

La fémina cerró la puerta y se acercó, inclinándose levemente como muestra de respeto sin apartar la sonrisa que portaba. El mencionado dejó su libro al lado y levantó su vista hacia ella.

—¿Qué sucede?

Ya era tarde, recién caía el atardecer. Kikoku sabe que Law ha estado ocupado estudiando más de lo necesario últimamente, por ello, está preocupada por su amo. Se sienta en su cama, el muchacho sentado dejó que ella tome de su mentón y vea su rostro, toques que no permitiría a nadie.

—¿Tomaste un descanso? Tus ojeras llegan hasta el suelo. —Kikoku juntó su frente con la suya mientras lo miraba fijamente. No obtuve respuesta—. Sé que también estás pensando en los planes. Quieres acabar con Doffy en Marineford.—soltó al muchacho debido a que éste se movió para levantarse de su cama.

Kikoku lo siguió con la mirada viendo como se dirigió hacia la ventana—. No cambiaré de opinión.

Aunque no la observe, la mujer sonríe y niega con suavidad la cabeza—. No cuestiono nunca lo que decides, sin embargo sabes que me agrada que me escuches. Es arriesgado. Sé que has esperado demasiado, pero creo que no tienes las habilidades suficientes para derrotarlo. Te has centrado demasiado en estudiar el plan, pero te sigue faltando entrenamiento.