Capitulo 12

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Alexander

—El cargamento llegó hace dos horas. Aurelio Russo está cumpliendo con lo acordado —informó Andrey.

Maxim gruñó con frustración.

—El problema es el maldito de Luca Russo —murmuró entre dientes.

Observé a Maxim con curiosidad, sabiendo que algo más debía estar pasando.

—¿Qué te preocupa tanto de Luca?

Maxim suspiró, como si estuviera lidiando con un problema mucho más grande de lo que parecía.

—Sabes perfectamente que cuando Aurelio Russo muera, Luca se encargará de cortar todo tipo de acuerdo con nosotros. Su ambición desmedida no tiene límites, y estoy seguro de que hará lo que sea necesario para obtener el control total.

Asentí, consciente de la reputación de Luca Russo y su sed de poder.

—Luca no sabe con quién se está metiendo. Si quiere una guerra, la va a tener —afirmé, dejando en claro que no nos dejaríamos pisotear tan fácilmente.

Me levanté de mi asiento y me dirigí al mini bar para servirme un trago. Mientras lo hacía, Anthony se acercó y también se sirvió whisky, lo cual era inusual ya que rara vez lo veía beber.

—¿Hiciste lo que te pedí?

Anthony asintió.

—Sí, lo hice —respondió de manera concisa.

Fruncí el ceño, sintiendo cierta intriga por su respuesta. Le había pedido a Anthony que bloqueara todas las cuentas bancarias de Khristeen, por lo que esperaba una confirmación más detallada.

—¿Alice ha utilizado su tarjeta de crédito? —pregunté, esperando obtener más información sobre las acciones de Khristeen.

—No, pero Erik mencionó que ambas salieron de una tienda con muchísima ropa, joyas y muchas mierdas mas de mujeres —respondió Anthony, revelando un detalle adicional que llamó mi atención.

—Es extraño que hayan podido realizar esas compras si una de ellas tenía sus tarjetas bloqueadas y la otra no las utilizó —comenté frustrado, tratando de entender cómo habían logrado hacerlo.

Anthony se encogió de hombros.

—¿Mariya?

Negué con la cabeza. Sabía que Mariya no solía utilizar tarjetas de crédito, por lo que descarté esa posibilidad.

—Quiero que investigues con qué tarjeta se realizó la compra —le pedí a Anthony.

—Si me lo preguntas, creo que estás siendo paranoico con todo esto. ¿Qué importa de dónde sacaron el dinero para comprar su ropa?

Mi mandíbula se tensó ante su comentario.

—Me importa una mierda tu opinión, Anthony.

Mi hermano puso los ojos en blanco.

—Tendré la información en media hora —dice mientras tomaba un sorbo de whisky—. Por cierto, tu esposa llegó hace un rato.

—¿Y? —pregunté con indiferencia.

—Por si querías ir con ella, idiota.

—Cuidado, Anthony —advertí con un tono amenazante.

—¿Qué? No eres mi padre, idiota —respondió él, desafiante y sin mostrar temor a las consecuencias.

—Pero soy tu maldito capo —sentencié con autoridad.

La boca de Anthony se tensó.

—Está bien, Capo —gruñó, dejando el vaso en la mesa y saliendo del despacho.

Fear to love [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora