+ Tranquila.
Besa mi frente cariñoso antes de salir del hotel rumbo al recinto. Tenemos la prueba de sonido. Hace un rato fui a tocarle la puerta a José. La banda llegó antes, y no sé si estaba durmiendo o en otro sitio, pero no me abrió.
+ Estás ataca'.
Atrapa mis manos. Me tiembla el cuerpo.
- Quería hablar con José antes de que te vea todo el equipo.
Me sincero. Las cosas se han desarrollado demasiado rápido y caóticas estos últimos tres días, desde que frené su viaje en el aeropuerto, y mi hermano aún no sabe que vuelvo a estar con Mateo.
- Él no se comerá ninguna excusa al verte aquí.
Recalco.
- Sacará conclusiones y serán todas acertadas.
Bufo.
- Quiero contárselo yo.
Confieso bajito. Aquel día en casa de mamá me ha dejado claro que no va a apoyarme, pero necesito que lo haga, y creo que la única forma de conseguirlo es teniendo la valentía de enfrentarlo y hacérselo saber. Enterarse junto a todos solo le decepcionaría.
+ Puede que ya esté en el recinto.
Baraja opciones.
+ Llámale y pídele que se encuentren en tu camerino antes de arrancar.
Acaricia mi brazo transmitiéndome apoyo.
+ Si deseas yo estaré contigo.
Niego.
- Lo mejor será tener esta conversación a solas.
Tenerle respaldándome es lo que más me apetece, pero no lo más sensato.
- No me lo coge.
Empiezo a tener ganas de llorar. Los nervios me están matando.
- Vamos.
Ordeno desanimada. Si no salimos de aquí llegaremos tarde.
...
..
Busco a mi hermano en el recinto sin encontrarle. Me centro en el show que daremos dentro de unas horas y miro todo desde abajo, recordándome que debo dar algunas indicaciones. La prueba de sonido la empezaremos dentro de diez minutos.
- ¿Habéis visto a José?
Pregunto a Yago y a Julián. Si bien todos somos amigos, ellos son como sus hermanos.
- Le he buscado toda la tarde.
Ahora solo tendré escasos momentos para hablar con él y aunque quisiera tomármelo con calma, me vale el tiempo que sea. Solo necesito contarle la verdad.
Ju: Le dolía la cabeza y se echó una siesta, pero vino con nosotros y ya estaba bien.
Recorre con los ojos la sala del catering. La mayoría se encuentra aquí.
Ju: Estará por venir a atacar esta maravilla.
Se lleva un trozo de jamón a la boca con despreocupación.
J: Chicos, ¿empezamos?
Por fin aparece junto a Cato, llamándonos para ponernos a trabajar.
Ju: Ahí le tienes.
Con más comida en la boca se ríe pasando hacia el escenario.
- José, joder, te estaba buscando, no me coges el móvil ni me abres la puerta.
Le riño.
J: Me encontraba regular.
Se excusa.
J: Y me dormí una buena siesta.
- Ya, me ha dicho Julian. ¿Te encuentras mejor?
J: Casi perfecto.
En este pequeño intercambio de palabras ya estamos junto a todos sobre las tablas.
J: ¿Qué pasa, canija?
- Necesito que hablemos.
J: Claro. Te veo en tu camerino después de la prueba de sonido.
Suspiro. No hay forma de confesarme antes.
- Vale.
Me pongo frente al micrófono y arrancamos. Tras cumplir con el objetivo y dar un par de instrucciones nos bajamos del escenario, todos en la misma dirección. Camerinos o catering.
Y: ¡Mateo!
Eleva la voz entusiasmada de verle.
Y: ¿Pero tú que haces aquí?
Le pregunta a lo lejos y andando más de prisa hacia él, reclamando la atención de todos que también se acercan alegres a saludarle. Todos menos José, que me mira con desaprobación.
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Todos los secretos (Segunda parte)
RomanceUna historia en la que TODOS tienen algo que ocultar