Capítulo 275

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+ Tranquila.

Besa mi frente cariñoso antes de salir del hotel rumbo al recinto. Tenemos la prueba de sonido. Hace un rato fui a tocarle la puerta a José. La banda llegó antes, y no sé si estaba durmiendo o en otro sitio, pero no me abrió.

+ Estás ataca'.

Atrapa mis manos. Me tiembla el cuerpo.

- Quería hablar con José antes de que te vea todo el equipo.

Me sincero. Las cosas se han desarrollado demasiado rápido y caóticas estos últimos tres días, desde que frené su viaje en el aeropuerto, y mi hermano aún no sabe que vuelvo a estar con Mateo.

- Él no se comerá ninguna excusa al verte aquí.

Recalco.

- Sacará conclusiones y serán todas acertadas.

Bufo.

- Quiero contárselo yo.

Confieso bajito. Aquel día en casa de mamá me ha dejado claro que no va a apoyarme, pero necesito que lo haga, y creo que la única forma de conseguirlo es teniendo la valentía de enfrentarlo y hacérselo saber. Enterarse junto a todos solo le decepcionaría.

+ Puede que ya esté en el recinto.

Baraja opciones.

+ Llámale y pídele que se encuentren en tu camerino antes de arrancar.

Acaricia mi brazo transmitiéndome apoyo.

+ Si deseas yo estaré contigo.

Niego.

- Lo mejor será tener esta conversación a solas.

Tenerle respaldándome es lo que más me apetece, pero no lo más sensato.

- No me lo coge.

Empiezo a tener ganas de llorar. Los nervios me están matando.

- Vamos.

Ordeno desanimada. Si no salimos de aquí llegaremos tarde.

...

..

Busco a mi hermano en el recinto sin encontrarle. Me centro en el show que daremos dentro de unas horas y miro todo desde abajo, recordándome que debo dar algunas indicaciones. La prueba de sonido la empezaremos dentro de diez minutos.

- ¿Habéis visto a José?

Pregunto a Yago y a Julián. Si bien todos somos amigos, ellos son como sus hermanos.

- Le he buscado toda la tarde.

Ahora solo tendré escasos momentos para hablar con él y aunque quisiera tomármelo con calma, me vale el tiempo que sea. Solo necesito contarle la verdad.

Ju: Le dolía la cabeza y se echó una siesta, pero vino con nosotros y ya estaba bien.

Recorre con los ojos la sala del catering. La mayoría se encuentra aquí.

Ju: Estará por venir a atacar esta maravilla.

Se lleva un trozo de jamón a la boca con despreocupación.

J: Chicos, ¿empezamos?

Por fin aparece junto a Cato, llamándonos para ponernos a trabajar.

Ju: Ahí le tienes.

Con más comida en la boca se ríe pasando hacia el escenario.

- José, joder, te estaba buscando, no me coges el móvil ni me abres la puerta.

Le riño.

J: Me encontraba regular.

Se excusa.

J: Y me dormí una buena siesta.

- Ya, me ha dicho Julian. ¿Te encuentras mejor?

J: Casi perfecto.

En este pequeño intercambio de palabras ya estamos junto a todos sobre las tablas.

J: ¿Qué pasa, canija?

- Necesito que hablemos.

J: Claro. Te veo en tu camerino después de la prueba de sonido.

Suspiro. No hay forma de confesarme antes.

- Vale.

Me pongo frente al micrófono y arrancamos. Tras cumplir con el objetivo y dar un par de instrucciones nos bajamos del escenario, todos en la misma dirección. Camerinos o catering.

Y: ¡Mateo!

Eleva la voz entusiasmada de verle.

Y: ¿Pero tú que haces aquí?

Le pregunta a lo lejos y andando más de prisa hacia él, reclamando la atención de todos que también se acercan alegres a saludarle. Todos menos José, que me mira con desaprobación.

Todos los secretos (Segunda parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora