*:･ﾟ the great war !
( fate the winx saga 𝐟𝐚𝐧𝐟𝐢𝐜)
❝ tal vez nuestros errores
son los que hacen nuestro destino ❞
𝐨𝐨. Donde Fae descubre que tiene
sentimientos por el chico de oj...
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❝ tore your banners down ❞ p. esperanzas mortales; pt1
Fae se dejó caer exhausta en una de las bancas del campo de entrenamiento, el aire pesado y denso a su alrededor, como si el ambiente supiera exactamente lo que pasaba por su mente. El frío del metal penetraba a través de su ropa sudada, pero apenas lo sentía. Cada músculo de su cuerpo dolía después de otro combate perdido contra Kat, la mejor especialista de segundo año, quien parecía disfrutar de hacerla trizas en cada oportunidad.
Pero ese día, su derrota no había sido solo culpa de su habilidad; su mente estaba en otra parte. Silva.
Desde hacía una semana, las noticias sobre su estado no paraban de rondar en su cabeza, nublando su capacidad de concentrarse. Nadie hablaba de otra cosa.
Las hadas que lo habían encontrado apenas habían explicado qué hacían en el bosque, pero eso no importaba. Silva seguía en peligro. La infección que había contraído tras el ataque de un Quemado se extendía sin parar, y aunque Harvey insistía en que estaba "bien", había días en los que no permitía que nadie se acercara al invernadero, donde Silva se recuperaba.
Los rumores corrían como el fuego, y Fae no podía dejar de pensar en la posibilidad de perderlo.
—¿Qué haces aquí? —la voz afilada de Stella interrumpió sus pensamientos, cortando el aire como una hoja. La rubia apareció de la nada, con su teléfono en mano y su mirada curiosa clavada en Fae.
Fae ni siquiera se molestó en mirarla. —¿No es obvio? Estoy disfrutando de ver a los chicos entrenar sin camisa —respondió con sarcasmo. El aire cargado entre ellas se sentía más pesado de lo que debería, pero Stella rodó los ojos y volvió a sumergirse en su teléfono, ignorando el comentario.
Fae intentó volver a su propio mundo, al silencio necesario para procesar el caos que la envolvía. Silva. La infección. Los quemados.
Riven llegó sin hacer ruido, dejando caer su mochila al suelo mientras se sentaba junto a Fae en la banca. No la miró de inmediato, sino que se limitó a abrir una botella de agua y tomó un largo trago, disfrutando del silencio incómodo que sabía que la irritaba.
—¿Te cansas más peleando o perdiendo? —preguntó de pronto, su tono burlón, buscando fastidiarla desde el inicio.
Fae, visiblemente agotada, rodó los ojos, resistiendo el impulso de tirarle algo. No estaba de humor para sus juegos, pero tampoco iba a quedarse callada.
—De aguantar idiotas como tú, definitivamente eso me agota más —respondió, clavando su mirada en él.
Riven sonrió de lado, apreciando el golpe. Su mirada, sin embargo, se quedó un poco más de lo normal en ella, notando las ojeras, la tensión en sus hombros, lo apagada que parecía. Algo dentro de él se agitó brevemente, pero lo disimuló con una risa seca.
