La empresa China tencet, saco un skin de Camus con traje de invierno y alas de hielo. De allí y que vi mucho Histori Chanel y Discobery, sé que Alaska es un pais rico en historias paranormales para que se me prendiera el foco. Pero ya que no me creo ese cuento de Camus como un ser benevolente ni en el más grande Au, digo, no más vean lo que le hizo a Hyoga, será un wendigo y vámonos a un toque más tétrico de romanticismo negro.
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- "No conocemos a nadie con esas descripciones. Menos que pase tanto tiempo fuera de noche"
No sabia que pensar al escuchar eso. Llegada a asegurar que durante muy noche, notaba a un muy atractivo de hombre de cabellos azules, un traje bastante peculiar caminando cerca de él. Siempre en diferentes direcciones, en diferentes lugares aunque abecés cerca de su alojamiento. Y nunca había escuchado hablar de alucinaciones provocadas por el frio.
Cambiar entre 2 ambientes muy diferentes en cuanto a clima y entorno, esto significada una adaptación muy compleja, dejar las calles cálidas de Brasil por el frio de Alaska tenia ese efecto contraproducente en él, pero bueno, trabajo era trabajo, en la vida adulta solo toca callarse para solucionar todo uno mismo. Y desde que llego a Alaska era la primera vez que era capaz de ver su aliento al respirar. Su primer inconveniente siempre fue el frio.
Pronto nevaría bastante fuerte. Tenia esa intuición con ver el cielo, nubes oscuras que seguramente estarían cargadas de nieve. Como necesitaría estar bastante tiempo despierto en la computadora busco comprar café, chocolate, todo lo que pueda deber caliente para acompañar la calefacción durante el tiempo que se mantenga despierto. De paso, había optando por ahorrar tiempo y comprar algo para calentar una vez regrese a su hospedaje para facilitarse la cena.
Toda la noche siguió su rumbo como debía. La incomodidad del frio era muy notoria para él, incluso usando 2 abrigos para el frio que lo atormentada. El reloj marcada las 9, ya le faltada poco para terminar, puede que antes de las 11 este durmiendo. Parándose de la computadora busco más chocolate para el frio. Lo que le habían dicho en las calles le dejo pensando un poco pero como tenia su trabajo delante con un documento que entregar se concentro en eso y no en quien sea su extraño visitante.
Aun con eso, la curiosidad le dejada mucha inquietud encima. Podía ser simplemente un loquito, en el mejor de los casos, pero eso no quitada lo preocupante del asunto. Mirando por la ventana no encontró nada. Esta vez su acosador estaba oculto.
Con todo lo suficientemente termino y en cansancio acumulado, se tomo la disposición de irse a dormir. El inicio de la ultima estocada.
