Sentimientos Silenciosos - Tú X Manjiro Sano

Malentendido

Ryo estaba aburrida, sus compañeros de clase hablaban entre sí, pero ella se encontraba perdida entre sus pensamientos. Estaba un poco preocupada por su hermano, el y su padre habían congeniado bastante rápido y el mayor había decidido que cubriría sus estudios, algo lo cual sorprendió a Ryo, ya que el no tenía la obligación de hacerlo.

Gracias al permiso que había logrado obtener el menor, de sus padres fue fácil tramitar su ingreso a la escuela de Ryo. Aún así ella se mantenía preocupada apenas era su primera semana y temía que no se adaptará. Aunque para su sorpresa el menor parecía acostumbrarse rápido, incluso le había dicho que no era necesario que le acompañara de regreso a casa.

— Si que hay cola en la cafetería — Kaia le entregó unas galletas a Ryo — pero logre conseguir esto.

— Gracias. No debiste molestarte.

— No digas nada y gozalo, no podía comer solo yo.

Ryo negó con la cabeza y abrió aquellas galletas.

El ambiente de la clase fue interrumpido por alumnos del concejo estudiantil.

— Escuchen todos — llamó uno de los alumnos — Se acerca la feria estudiantil de bienvenida y necesitamos que nos informen con qué van a participar este año.

Ryo escuchaba con poca atención lo que decía aquel chico, las actividades extra curriculares no le llamaban mucho la atención, el tan solo pensar que sus compañeros pocas o nulas veces la tomarían en cuenta la irritaba. Ni siquiera había notado cuando el concejo había salido del aula y el delegado era quien ahora era el que hablaba.

— Podemos hacer un maid cafe — dijo uno de sus compañeros al tiempo que levantaba la mano. Ryo volvió a  centrarse en lo que se estaba hablando mientras se metía una de las galletas a la boca, recordando el año pasado cuando Baji se tuvo que vestir de marinerito junto a Chifuyu para que unas chicas le ayudara con matemáticas.

Ese solo recuerdo provoco una pequeña risa en ella, incluso había ido a aquel café tan solo para que sus dos amigos le atendieran. Las fotos de ellos dos vestidos así seguían en su teléfono.

— Igarashi, si tanto te gusta la idea tú podrías ser una de las maid — Ryo salió de sus recuerdos viendo al que era el delegado del aula adelante con el seño levemente fruncido.

Sus compañeros comenzaron a murmurar, Ryo escuchaba con desinterés la mayoría de los comentarios.

— pero si no sabe hablar como se supone que va atender a los clientes—  Ryo escucho claramente aquel comentario proviniente de una de sus compañeras, irritandola.

— Ya callense  — dijo Kaia quién también había escuchado aquellas palabras — Yo puedo tomar su lugar si tanto les molesta que ella lo haga —  también Kaia sentía bastante molestia de lo poco considerados que eran los demás con la situación de Ryo.

Una vena salto en la frente de Ryo quién se puso de pie — A mi no me molesta hacerlo, es mas estoy segura que podría atender mejor a los clientes que las idiotas que están murmurando en la esquina — dijo en señas.

Kaia sonrió y tradujo todo lo que Ryo había dicho sin cambiar ni una sola palabra.

Las chicas comenzaron a mirar mal a Ryo — ¿y quien te crees tu? Si tan buena eres ¿por que no me lo dices en mi cara? O... Lo olvidaba... No puedes hacerlo.

Era suficiente, Kaia estaba apuntó de ir a darle un buen golpe a aquella chica, sin embargo, Ryo la detuvo.

— No es necesario, aunque pudiera hablar estaría segura de que su mente seguiría siendo tan estúpida para entenderme  — Ryo se encogió de hombros para luego sentarse.